Ayns... El cartel peca de tópico porno y devalúa, realmente, la posición de la enfermera. Además de crear falsas expectativas porque no todas (ninguna, diría yo) están así de buenas. De hecho creo que el porcentaje de pornstars que compaginan su carrera cinematográfica con el grado de enfermería es más bien reducido.
Dicho esto me atrevo a concluir que tanto el cartel como la propia demanda son de un absurdo cósmico. Además faltan enfermeros, claro, que también los hay.
En fin, peña, los flipaos de un lado contra los del otro. Y así va la vida.