La consecuencia más importante del descubrimiento en 2017 del objeto interestelar ʻOumuamua (1I/2017 U1) fue que tomamos conciencia de un sorprendente hecho: nuestro sistema solar es visitado constantemente por intrusos de otras estrellas sin previo aviso.
En un principio no fueron pocos los astrónomos (yo incluido) que pensaron que este debía de ser un acontecimiento bastante raro (por no decir único en en tiempo de una vida humana) dado la inmensidad del espacio la poca cantidad de materia y la escasa densidad de nuestras estrellas vecinas. No obstante sacar conclusiones de un suceso único es, por decirlo de alguna manera, un pelín arriesgado y más cuando no se sabe con certeza la densidad de material de nuestro brazo galáctico (por el cual se desplaza el Sol) así pues la comunidad estaba dividida unos pensaban que Oumuamua seria un objeto raro
Por el contrario otros Astrónomos pensaban que si este suceso fuese "raro" entonces la probabilidad de que algo así ocurriera en el trascurso de una vida era poco menos que imposible y en consecuencia los objetos como Oumuamua debían de ser lo suficientemente comunes como para que pudiésemos ver algunos en el trascurso de una vida humana. Sea como fuese finalmente tenemos una respuesta sobre quien llevaba o no la Razón pues un año y 10 meses después de la visita de ʻOumuamua tenemos otro posible visitante interestelar: el cometa C/2019 Q4 (Borisov).
De confirmarse, sería el primer cometa interestelar ‘de verdad’, ya que ʻOumuamua apenas presentó actividad cometaria durante su paso por las cercanías del Sol (Oumuamua era un cometa seco ya que no tenis volátiles en su superficie (motivo por el cual no emitió una cola al acercarse al sol) pues no hay que olvidar que la frontera entre cometas y asteroides es prácticamente inexistente). El cometa Borísov fue descubierto el pasado 30 de agosto desde Crimea por el astrónomo aficionado ruso Guennadi Borísov cuando se encontraba a 450 millones de kilómetros del Sol, aunque el descubrimiento no fue conocido por el resto del mundo hasta el 11 de septiembre (por el conflicto Ruso-Ucraniano ha provocado que Borísov no sea reconocido fuera de Rusia como astrónomo de ese país).
Y por descontado yo me habré comido de ZASCA UNIVERSAL
a vuestra salud señores
@ludop @GXY @King_George @dark_hunter A diferencia de ʻOumuamua, el cometa Borísov ha sido descubierto antes de alcanzar el perihelio —o sea, el punto más cercano al Sol de su órbita—, algo que no ocurrirá hasta el 8 de diciembre de este año. Eso significa que todavía tenemos bastante tiempo para estudiar su evolución.
El cometa Borísov y su espectro observado por el telescopio GTC de La Palma (IAC).
Trayectoria del cometa C/2019 Q4 (Borisov) (NASA).
La naturaleza interestelar de Borísov no ha podido ser todavía confirmada por culpa de las incertidumbres en el cálculo de la órbita. Los cometas más lejanos que vienen desde la nube de Oort tienen una órbita prácticamente parabólica. Cualquier pequeña fuerza externa que actúe sobre ellos puede hacer que su órbita sea ligeramente hiperbólica. Además, al tratarse de un cometa no se puede despreciar el efecto de la actividad de los chorros del cometa a la hora de modificar dicha órbita.
Sin embargo,
Borísov tiene una excentricidad superior a 3,6, por lo que es prácticamente imposible que su órbita no haya sido hiperbólica desde el comienzo (una órbita parabólica tiene una excentricidad de 1).
Tipos de órbitas según su velocidad: Vc es la velocidad para mantener una órbita circular.
V es la velocidad del objeto.
Ve es la velocidad de "escape" (la velocidad que es necesaria para "escapar" de una masa ya sea una estrella, planeta o luna)
Como se puede apreciar en esta segunda imagen cuando la excentricidad es superior a 1 (e>1) la órbita es abierta (o sea que el objeto en cuestión no volverá jamas y saldrá del sistema solar)
En resumen que es casi imposible que este objeto no sea de "fuera" de nuestro sistema Solar (la duda suele estar entorno a los e = (0,9-1,1) porque en ese rango de valores es común que los gigantes de hielo (Neptuno, Urano) o los propios Gigantes gaseosos (Jupiter y Saturno) puedan perturbar la orbita de estos cuerpos y hacer que sean expulsados del sistema solar). Pero como digo Borísov tiene una excentricidad superior a
3,6 por lo que es poco menos que imposible que los gigantes gaseosos o de hielo hayan perturbado tanto la orbita de algo de nuestro sistema solar...por lo que es prácticamente imposible que su órbita no haya sido hiperbólica desde el comienzo...en resumen que casi se da por hecho (a falta de confirmación oficial) que El cometa C/2019 Q4 Borísov es el Segundo Cometa interestelar descubierto por la humanidad.
Telescopio GTC en el Roque de los Muchachos de La Palma (IAC).
Por tanto, Borísov es casi con toda seguridad un objeto interestelar que se ha acercado a nuestro sistema solar a una velocidad de 34 km/s (como comparación, la velocidad de ʻOumuamua era de 26 km/s). Hasta ahora hay pocas observaciones con telescopios de gran tamaño que nos permitan entender la naturaleza de este objeto. Sin embargo, el 12 de septiembre un equipo de astrofísicos españoles observó el cometa Borísov con el instrumento OSIRIS del telescopio GTC (Gran Telescopio Canarias) del Roque de los Muchachos (La Palma). ¿Y los resultados? Pues, sorprendentemente, nada fuera de lo común. C/2019 Q4 parece un cometa más y no tiene nada de especial. En cuanto al tamaño del núcleo, se desconoce, aunque se estima que debe ser más o menos grande con respecto al «estándar cometario», y que debe rondar entre 2 y 16 kilómetros. En realidad no es un resultado sorprendente, porque todos los cometas vistos a millones de kilómetros de distancia deberían tener la misma composición. La sorpresa habría sido que el GTC detectase algo diferente. Al fin y al cabo, desde lejos un cometa es una bola de nieve sucia rica en sustancias orgánicas y volátiles (hielos de agua, metano, dióxido de carbono, etc.), sustancias terriblemente comunes en el Universo.
Trayectoria prevista del cometa Borísov (IAC).
Si queremos averiguar la verdadera naturaleza de este cometa habría que analizar su composición de cerca —el objetivo principal sería comprobar la abundancia relativa de diversos isótopos—, pero para eso hace falta una sonda espacial. La agencia espacial europea (ESA) quiere desarrollar la misión Comet Interceptor para sobrevolar un objeto interestelar cuando pase por el sistema solar interior, pero huelga decir que no llegará a estar lista para visitar al cometa Borísov.
Sonda Comet Interceptor de la ESA (ESA).
Borísov, como antes ʻOumuamua, se alejará para siempre del sistema solar y no volverá jamás. Pero ahora ya sabemos que nuestro brazo galáctico es denso en materia y que en consecuencia en los proximos años veremos más objetos de este tipo (procedentes de otras estrellas) y que incluso seamos capaces de visitar y estudiar algunos de ellos (algo que hasta hace tan solo 5 años muchos habrían tildado de imposible (yo incluido)) así que el futuro para la Astronomía se ve brillante y aquí tendreis aun servidor deseando saber que descubrimientos nos depararan estos objetos.
Fuente:
El cometa interestelar C/2019 Q4 BorísovSaludos