Después de meses de presión por parte de la comunidad y grandes compañías tecnológicas como Alphabet (Google y YouTube), el Consejo Europeo ha decidido dar marcha atrás y no apoyar la nueva directiva de derechos de autor de la Unión Europea. Este revés a la norma supone una victoria para Internet y sus usuarios, pero la guerra aún está lejos de terminar.
El Consejo Europeo, una institución integrada por los veintiocho jefes de gobierno de los estados miembros, tenía que lograr una mayoría cualificada para que las nuevas normas sobre derechos de autor empezaran en las próximas semanas su negociación final en el Parlamento Europeo. Sin embargo, los gobiernos no se pusieron de acuerdo, una discordancia producida por los controvertidos artículos 11 y 13, según
informa Julia Reda, miembro del Parlamento Europeo por el Partido Pirata de Alemania.
Un total de 11 países votaron en contra del texto propuesto por la presidencia del Consejo Europeo: Alemania, Bélgica, Países Bajos, Finlandia y Eslovenia, que ya se habían mostrado contrarios a una versión anterior de la directiva, así como Italia, Polonia, Suecia, Luxemburgo, Croacia y Portugal. Todos estos gobiernos creen que el Artículo 11 y el Artículo 13 no protegen suficientemente los derechos de los usuarios. Además, hay
titulares de derechos (incluyendo LaLiga, MPA y la Premier League) que tampoco ven claro el Artículo 13, pues consideran que beneficiaría a los proveedores de servicios online.
El Artículo 11, también conocido como impuesto al enlace, otorga más control a los editores sobre el contenido en línea y la posibilidad de cobrar a Google, Bing y otros agregadores por enlazar. Sería un
canon AEDE a nivel europeo. Por su parte, el Artículo 13 podría cambiar completamente Internet tal y como lo conocemos, ya que obligaría a las plataformas de contenido (Google, YouTube, Facebook y Twitter entre otros) a revisar de forma proactiva todo lo que suban sus usuarios para asegurarse de que no incluye material con derechos de autor. YouTube ha llegado a afirmar que
económicamente no podría asumir esta regulación.
Este giro de los acontecimientos no significa la muerte de los artículos 11 y 13, pero en opinión de Julia Reda sí hace que sea menos probable que se adopte la directiva sobre derechos de autor antes de las elecciones europeas de mayo. La presidencia del Consejo Europeo, actualmente en manos de Rumanía, podría presentar un nuevo texto, pero difícilmente lograría una mayoría cualificada. Para Reda el resultado de la votación también es fruto de la atención que ha provocado el debate sobre el
copyright, así como la presión que se ha ejercido y que en su opinión debe continuar.