El Departamento de Justicia de Estados Unidos y once fiscales generales estatales han
presentado una demanda antimonopolio contra Google acusando a la tecnológica de abusar de su posición dominante en el mercado de búsquedas y de la publicidad en Internet. De esta forma el gobierno estadounidense pone en marcha uno de los casos antimonopolio más grandes de la historia del país desde el presentado contra Microsoft hace más de 20 años.
“Actualmente, millones de estadounidenses dependen de Internet y las plataformas en línea para su vida diaria”, dice William Barr, fiscal general de EE. UU. “La competencia en esta industria es de vital importancia, por lo que el desafío de hoy contra Google, el guardián de Internet, por violar las leyes antimonopolio es un caso de gran importancia tanto para el Departamento de Justicia como para el pueblo estadounidense”.
En la demanda, el Departamento de Justicia de Estados Unidos sostiene que a lo largo de los años Google ha mantenido y extendido su monopolio “a través de prácticas excluyentes que son perjudiciales para la competitividad”. “Si el gobierno no hace cumplir las leyes antimonopolio para permitir la competencia, podríamos perder la próxima ola de innovación”, añade el fiscal general adjunto Jeffrey A. Rosen. “Si eso sucede, es posible que los estadounidenses nunca lleguen a ver el próximo Google”.
Curiosamente, cuando Estados Unidos demandó a Microsoft por monopolio en 1997 (después de una investigación de cinco años), el objetivo era que su larga sombra no impidiera el nacimiento de compañías como Google. El Departamento de Justicia de Estados Unidos no incluye la petición al tribunal de posibles acciones contra Google, pero Rosen no descarta nada, como por ejemplo la imposición de cambios en el negocio digital de la compañía.
La respuesta de Google no se ha hecho esperar. En un mensaje
publicado en Twitter, la tecnológica afirma que “la demanda del Departamento de Justicia es profundamente errónea” y añade que “la gente usa Google porque así lo desea, no porque se vea obligada a hacerlo o porque no pueda encontrar alternativas”.
La justicia estadounidense también tiene en su punto de mira a Apple, Amazon y Facebook, pero de momento ninguna de estas tres compañías ha sido demandada. En Europa, Google ya ha sido investigada y sancionada numerosas veces. En 2017 la Unión Europea le impuso una multa de 2.420 millones de euros por
abuso de posición dominante, mientras que en 2019 la sanción fue de 1.500 millones de euros por
prácticas abusivas contra otros anunciantes.
Fuente: TechCrunch