Toc, Toc, levantate...
¿Destino? No hay destino, solo nosotros
¿Acaso no crees en mi?
¿Porqué creer en algo que no acepto?
Es el péndulo del destino, oscilando de un sitio a otro....
Tu no lo controloas, no lo decides, solo te queda aceptarlo, no puedes juzgar.
No creo en la idea de no ser yo quien controle mis actos.
Lágrimas ante lo inevitable, dudas, puertas que se abren, otras que se cierran.
No te preocupes.... No te compadezco.
¿Qué? ¿Por que?
Yo ya estuve aquí, sigo aquí.
¿Y que haces?
Espero...
¿A qué?
Te espero aqui, junto a mi, sé que regresarás.
Como el sensual movimiento del mar que incesante baña las costas, el tiempo se mece, para arremeter con fuerza contra las rocas y las arenas de lo escrito para luego retroceder sabiamente y volver a arremeter......
¿Aun hay esperanza? Quizás esta vez el mar esté en calma, sereno aquí, bravo y furioso allá....
Y grito, ¡NO! no acepto estos grilletes, esta vez no abriré la puerta, esta vez el mazazo será mas contundente, esta vez llamaré yo a la puerta, esta noche vendré a tu búsqueda, ansioso de ver tu mirada llena de confusion, llena de incomprensión.
Y delante de un folio en blanco me enfrentaré a mis temores, solos con el péndulo y un frio vaso de brandy, observaré como se desliza lenta y suavemente una gota de agua del vaso, ignorando por completo el camino de las demás, desafiando lo que tú das por entendido, esbozaré una leve sonrisa y arrojaré el vaso contra tí, infernal espectro, despojandote por completo de mi mente, de mi vida, de mi camino, de mi destino.....
Lentamente la tarde se adormece, mis párpados flaquean como las marionetas cuando las suelta la mano que les da vida. Esta tarde partiran velas blancas del puerto, esta noche seré yo quien venga a por tí, la pregunta es... ¿Me estarás esperando?