Bueno, como he visto algún hilo de penes doloridos, contaré aquí mi historia.
Tengo ahora 23 años, así que debió ser hace... 12 o 13 años.
Bueno, resulta que yo siempre he sido un cabroncete, pero no cabroncete cani, sino el graciosillo de la clase.
Total, que un chaval, medio coleguilla al fin y al cabo, hizo ruido con su cuaderno -concretamente con el rulo que tienen los cuadernos en el lateral-, un ruido que sonó como un cuesco. Claro, lo primero que me vino a la cabeza era explotar esa situación al máximo así que decidí entrar en mi papel de "jachondo" mental:
Borja, ¿Ta's cagao?El pobre todo rojo y la clase explotando. Yo con mis cejas arqueadas en plan
misión cumplida Total, que en el recreo tabamos por grupillos, lo típico y el chaval en su grupo, en el que estaban dos chicas -una le gustaba-. Me acerco con una piña de esas marrones que había por el suelo y le digo
Borja, que se te ha caido, jiajiajia. Ni contestó, se puso todo rojo, risa medio nerviosa, me cogió el hombro -decir que era mucho más pequeño que yo de tamaño- y me dio un rodillazo en la polla que me dejó sin respiración unos segundos. Yo noté un dolor desgarrador pero no le di importancia.
¿Tas bien?- me dijo un colega.
Siiii...- Repliqué con voz de soprano.
Total, que el dolor era bastante fuerte pasados 10 minutos, así que cuando subíamos a clase, voy al WC y... ¡Sorpresa! Tenía el pene completamente metido hacia dentro, sólo me quedaba la piel, osea que eso parecía la boquilla de un globo desinchado. Yo, un niño de 10-11 años pues me cagué encima como es lógico, lo primero que pensé es que me tendrían que operar para sacarme el pene de dentro o peor, amputarmelo.
Bien, subimos a clase y después del recreo tocaba rezar -era un colegio de monjas, Santa María de Las Rozas para ser más concreto-, y todos de pie... Yo con los ojos llorosos todo giñao, una lagrimilla por ahí disimulada... Pero no contaba con la cotilla de mi compañera de asiento...
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Madreeee, Charles está llorando.Venga... Alegría, delante de toda la clase...
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¿Qué te pasa hijo?- Me dice la monja.
Por supuesto yo no se lo dije en clase, le pedí que salieramos y así fue. Una vez fuera de clase le comento el problema y me mira con cara de situación. Decir que era -o es, creo- la directora del colegio y que era muy buena gente, me apreciaba, tal vez por tener un padre famoso que en su tiempo daba buena imagen al colegio. Así que me dice "¿Y cómo te lo has hecho?" Le comenté lo que había ocurrido y bueno, al chaval le calló un tiempo de castigo en el aula de permanencia -donde te castigaban sin recreo cuando la jodías- pero volviendo al tema importante, se veía que la monja quería ayudar pero que claro, en estos temas no sabía muy bien como.
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A ver, enseñame la zona afectada.Por supuestísimo me negué rotundamente, era un hombre sin pene pero aún tenía dignidad. Así que ella hizo lo que debía, me dio un parte para la clínica 2001 (creo que se llama, en majadahonda), llamaron a mi madre y me llevó a la clínica. Total que llegamos y yo rezando que me tocase un doctor hombre, sólo pedía eso pero teniendo en cuenta la suerte que estaba teniendo... Llega la doctora de urgencias. Una señora de unos 65 maquillada hasta las cejas, la típica que va de Mqmf pero en realidad parece una gallina asustada. Total que me mira el pene y me dice que no pasa nada, que es un impacto que podía haber sido mucho peor, pero que no pasaba nada, "solo" que el pene se me había hecho una masa y tardaría unos días en recuperar su forma habitual, "SOLO", si total no es nada, no te jode. No se a su marido, pero a mi que el pene se me moldée cual flubber no me parece "nada".
Total, que me dio una crema y me dijo que durante dos días me apretase la zona de alrededor del pene con las dos manos, para que fuese saliendo y cogiendo forma.
Bien, hasta aquí lo que podría haber sido una mera anécdota dolorosa, ahora viene la parte por la que no le pegué una paliza a mi colega a la vuelta del colegio. Yo, con 10 u 11 años aún no me había hecho ninguna paja, había tenido poluciones nocturnas y ya, pero no estaba muy puesto en lo de pajearme, no sé, parecía que eso estaba un poco adormilado... Bueno, al cabo de unos días, con el pene recuperado, estaban echando una peli erótica en Telemadrid, me puse a verla, me empalmé y empecé a sentir algo raro ahí, porque empalmarse se me había empalmado miles de veces, pero este gustillo era raro, así que corrí al wc y al sacármela plum.
Como el Ave fénix mi pene resurgió de sus cenizas y empecé una era de callos en las manos tremenda -la novedad, joé-.
Moraleja, si véis que vuestro pene no funciona, metedlo pa'dentro, no hombre no, la moraleja es que con la violencia no se soluciona nada... Bah, no hay moraleja, pero ¿Qué más da?
PD: La historia es 100% real, y mis colegas aún me piden que la cuente cuando salimos por ahí, ahora me da igual porque tengo novia, pero cuando me la pedían delante de chavalas...