-¿Por qué siempre que tiene que posar todo ese espeso, blanco, insano efluvio de su cuerpo sobre mí…?.
Hasta el marco estoy que me use solo para descargar lo que él no quiere…
Puede que ustedes no le comprendan, porque su hablar esta lleno de siums y reflejos, seguro que no saben lo que es un siums , claro , ya dejaron de ser niños ¿ no les da vergüenza ?
Al pobre espejo Esteban le había pringado mientras se explotaba un barrillo, ya se sabe…se empieza con una espinilla y se termina vaya a saber como, el espejo era usado por Esteban todas las mañanas, sin detenerse a mirar que su filo era blanco y con 3 rebordes, muy orgulloso estaba el señor espejo de ellos…. Cada mañana Esteban no se daba cuenta de que ese espejo podía llegar a quererlo.
Sólo se miraba, pero no se veía.
Precisamente esa mañana era precisamente como todas las demás, un eterno retorno de lo idéntico, el mismo cepillo de dientes, la misma agua caliente, la misma erección de por las mañanita y la calida e intensa orina vertiéndose por el aire, no se había dado cuenta de que estaba enamorado, ya se dijo... Solo se miraba, pero no se veía.
…………………………………..
- Buenos días Esteban
- Buenos días jefe, ¿mucho trabajo de mañana?
Este dialogo llevaba 6 años repitiéndose cada vez que Esteban entraba en su oficina.
Su mesa de trabajo media unos 10 metros y toda ella era plateada , no usaba bolígrafos ..anticuadísimos , sino platos, su clientela era variadísima desde borrachos hasta banqueros , si la oficina era en realidad un bar sin duda alguna ….Esteban era un mentiroso , pero como soy el autor todos vamos a creernos que la tasca la gaviota era una gran oficina , que la mugre de las esquinas era tipex derramado en un vaivén y que la chica rubia ,mas bien feilla y desagradable que entraba todos los días a las 10 17 era una princesa , es decir , vivamos la ficción de Esteban…
- Un café cortado, dos con leche y 3 medias.
- Marchando –el gilipollas este no conoce la palabra por favor , pensaba sonriendo –
- ¡hola Esteban¡
- ¡Luis¡ benditos los ojos , que es de ti , desde que te prejubilaste de la editorial no hay quien te vea el pelo , además….te estás quedando calvo, jajajaj
- jajajaj –Luis reía, mientras recordaba que se afeitaba la cabeza desde hacía 3 años -ponme un café , que tengo que proponerte algo, sin que se enteré el jefe –dijo susurrando.
- ¿Marcha mi zumo o no marcha? – dijo una voz….maratoniana….es decir, de fondo….del fondo del bar.
- Marcha ¡y tranquilo Luis , di lo que quieras , mi jefe de números mucho , pero de oído poco.
Mientras ellos hablaban por un lateral entraba la princesa de Esteban, aunque que él aun pensará que solo era Palafrén gordo y de gran quijada .
En el próximo episodio conoceremos a la chica-caballo y acompañaremos a Luis a comprar el periodico.