Bueno he vuelto de las vaciones mas morenito y con muchas ideas, esta es una de ellas y se que tiene unas cuantas faltas, pero prometo resubirla corregida. [ Ya esta corregido]
El fabricante de ilusiones.
Cáp.1
Una figura blanca, de una hermosura infinita, de rasgos tan indeterminados como bellos, vestida como un ángel cuyas alas reflejan todos los tonos del arco iris en un espectáculo para los sentidos, detrás de ella se deslumbraba la frondosidad de un vergel de un bosque perfecto brillante por el rocío. La fémina junta sus brazos y pies, para salir de inmediato a otra posición con los brazos en jarras y las piernas formando un delicado ángulo. de ahí salto a otra figura de no menor belleza. Durante 3 minutos la esbelta figura realizo innumerables bailes y composiciones sin perder un ápice de belleza, sin que una sola gota de sudor perlara su rostro.
-Ya es suficiente marco- dijo un hombre por los auriculares.-
La bella fémina quedo congelada en medio de una complicada pirueta, sin mover un solo músculo. Como un borrón el bosque el desapareció y con el todo el fondo, solo quedo la bailarina iluminada por unas luces invisibles que creaban tenues sobras en su piel.
Los monitores continuaban mostrando la imagen estática, cuando un joven se levanto en la sala, y con delicadeza se desprendió de la diadema plateada que llevaba y que dejo unas marcas en su blanca piel. Con una mano y en un gesto ensayado se aliso los negros cabellos.
-¿Como he estado hoy?- Pregunto el joven mientras alisaba sus ropas y contemplaba los monitores-
-Fantástico marco, tenemos todo gravado- El hombre que hablaba por los auriculares observaba a través de un cristal la sala donde se encontraba marco- Casi no necesitaremos de post-producción para el anuncio- hizo una pausa- por supuesto tendrás un plus por tu trabajo.
-Entonces me marcho ya- Marco se agacho y apretó unos botones en la diadema, los monitores se apagaron- Llamadme cuando tengáis terminado el anuncio- tras decir esto guardo la diadema en un estuche y salio de la sala echándole un ultimo vistazo a la bailarina, que seguía parada en un solo monitor, con una sonrisa Marco despidió a su creación.
En el aerotaxi que lo llevaba su piso, Marco acariciaba la diadema plateada q le permitía ser un fabricante de ilusiones. Recordó las pruebas en la universidad con aquellos aparatos tan antiguos, el había superado con creces a sus compañeros y prácticamente fue el primero de su promoción. Aquellos eran tiempos de cambios, cuando se descubrió la forma de conectar el cerebro con un ordenador, a través de voluminosas diademas de inmediato surgieron las posibilidades. Los ingenieros diseñaban ahora mucha mas rápido, incluso el ciber-sexo se beneficio [la verdad es que una importante parte de los proyectos eran subvencionados por Compañías del Sector]. Pero estos avances también tuvieron una ventaja imprevista, se descubrió que ciertas personas, por alguna razón desconocida, eran capaces de crear ilusiones muy realistas y variadas, y el coste de usar a un solo hombre en comparación de un costoso equipo de programación decanta rápidamente a la industria por los "Fabricantes de ilusiones". El aerotaxi desciende con un zumbido sobre el helipuerto de su edificio, abona la cuenta con su tarjeta personal y desciende en medio de una repentina lluvia.