Expongamos mi situación. Soy joven, acabo de terminar mi primer año de carrera, haciendo Ingeniería de Caminos. Ha sido un absoluto desastre, practicamente en blanco, tengo mis últimos exámenes en 10 días y veré el resultado final del trabajo dentro de poco, aunque no tengo muchas esperanzas. A lo sumo tener un puñadito de asignaturas aprobadas y ninguna gana de un segundo año. Pero remontémonos al origen. Yo, ser bípedo y con mano prensil, fui un buen estudiante de bachillerato. Tampoco nada excepcional. Acabé el bachillerato científico-tecnológico (Que cogí más que nada por presiones familiares) con media de sobresaliente, hice la PAU, saqué una nota más que aceptable, y me matriculé en Caminos. No era nada vocacional. Durante todo el instituto había disfrutado mucho más con las asignaturas de letras que con las de ciencias, pero mis padres, ambos con carreras de letras pero muy arrepentidos, me orientaron hacia la ciencia. Yo, por apatía, por desgana, por complacer o por lo que fuese les hice caso.
Con lo cual, llegamos a Septiembre. Empiezo la carrera, en una ciudad nueva, con la vida seudoindependiente que te da un colegio mayor. Más allá de los fenómenos sociológicos que se pueden apreciar en un lugar así el vivir allí no me interesó lo más mínimo, pero por supervivencia me adapté, y aunque tuve muchas reticencias al principio (El primer mes fue terrible) al par de meses ya tenía un grupo de amigos con el que me sentía medianamente a gusto. Con la carrera la situación es, y fue, muy complicada. Al llegar quería verle un cierto deje artístico al conocimiento de la ingeniería. Pero rapidamente me di cuenta de que no encontraría nada de eso. ¿Qué es lo que hay? Un mundo hipercompetetivo donde la gente fantasea con "formar parte de la élite", "ser superior al resto", "conseguir chanchullos con políticos y hacerse de oro" o "poder explotar a los obreros". Entrecomillo porque son declaraciones literales, tanto de alumnos como de profesores. Esto, añadido a la enorme dificultad de la carrera y a mi tradicional dispersión mental provoca una situación insostenible. Era Noviembre y yo ya estaba harto de todo, con tendencias depresivas y una obsesión creciente por los cantantes de folk suicidas (Signo inequívoco de que algo no marchaba bien dentro de mí). Añadido a esto hay otros dos factores, por una parte el sentimental, digamos que había una relación "tensa" con dos mujeres y, sobre todo, por otra parte el familiar. Mis padres habían depositado muchas esperanzas en que sacara la ingeniería y no, no estaban consiguiendo nada. Aparte la precaria salud de mis abuelos les generaba aun más tensión, cada visita a casa, cada llamada, era foco de unas discusiones terribles y mi relación con mis padres iba cada vez a peor.
El cuatrimestre acabó en blanco. El periodo de Enero y Febrero fue absolutamente desastroso. Yo no podía más, estuve dos días sin poder salir de la cama, asqueado y sucio. Mis amigos preocupados, mis padres no conocían la situación, yo, absolutamente hundido. Volví a casa unos días, estuve meditando, volví a ver a algún viejo amigo de los años de instituto, hablé con mis padres, la solución era seguir, por lo menos, hasta acabar el curso, hacer lo más posible y luego "ya veremos". Por otra parte durante esos días mi situación sentimental se estabilizó y empecé una relación con mi actual pareja. El segundo cuatrimestre, sin ir como la seda, fue completamente distinto. No me motivaba nada la carrera, pero al menos lograba concentrarme y escapar de vez en cuando de mi neurosis. Aprobé algún parcial, incluso alguna asignatura. Seguía sin ser un buen estudiante, ni siquiera uno mediocre, pero al menos ya no era un cero a la izquierda. He pasado el verano encerrado en casa, estudiando, haciendo una vida social mínima (Ver a mi señora, practicamente nada más) y tratando de concentrarme. Mi cambio de actitud ha hecho que mis padres piensen que yo sigo queriendo estudiar Caminos, cosa completamente falsa. Y aunque se lo diga por activa y por paiva siguen convencidos de que seguiré en Caminos, de que el no querer estudiar es una simple pataleta.
Ya estamos practicamente ante Septiembre y mi futuro sigue siendo una incógnita. Seguir en la carrera, empezar una que me guste más (Filología, Psicología...), buscar un punto intermedio entre los deseos de mis padres y los míos (Derecho), hacer un ciclo formativo, ponerme a trabajar, marcharme a vivir al bosque y seguir el estilo de vida de mi apreciado Unabomber, tengo mil opciones, pero ninguna que no haga daño a nadie. Porque soy consciente de que si sigo haciendo una carrera que no me gusta me hundiré, cosa que (quiero creer) no le haría mucha ilusión a mis progenitores, pero que si hago algo que no les guste a ellos no sólo les dolerá, sino que me lo echarán en cara toda la vida.
Ahora, la cuestión. ¿Qué haríais vosotros?