La debacle de Huawei,
privada de sus propios procesadores,
forzada a vender Honor y con casi toda certeza camino de
abandonar el mercado de los smartphones de gama alta, ha supuesto un serio aviso a otras firmas tecnológicas chinas. Una de las más prominentes es el gigante de Internet (y
tantas otras cosas más) Baidu, que según fuentes consultadas por la cadena estadounidense CNBC está buscando inversores para crear una división de desarrollo de chips para procesamiento de inteligencia artificial.
De acuerdo con los confidentes de
CNBC, Baidu estaría manteniendo conversaciones con las firmas de inversión GGV e IDG Capital para inyectar los fondos necesarios en esta nueva empresa por ahora sin nombre conocido, pero en la que tendría una participación mayoritaria para dirigirla en calidad de subsidiaria. No sería por tanto de una escisión o una
joint venture con socios en igualdad de condiciones.
Baidu, como prácticamente todas las grandes firmas de Internet, desde Amazon a Google, ya posee su propio departamento de diseño de procesadores para IA. Su producto estrella recibe el nombre de
Kunlun y se basa en la arquitectura neural XPU. Sin embargo, este chip ha sido parcialmente desarrollado y es actualmente fabricado por Samsung usando el propio proceso de 14 nm de la firma surcoreana.
El propósito de Baidu sería ganar autonomía estratégica y evitar infortunios como el de Huawei, cuyo éxito internacional se ha visto truncado al utilizar tecnologías extranjeras expuestas a posibles sanciones. También le permitiría hasta cierto punto evitar situaciones como los actuales problemas de suministro de semiconductores, puesto que la filial de Baidu también comercializaría procesadores, aunque no está claro si como fabricante
fabless o usando una fundición propia.
Cabe recordar que Baidu también está
muy implicada en el desarrollo de vehículos autónomos, por lo que la
crisis de los semiconductores le afecta de lleno.
De llevar a buen puerto esta iniciativa, Baidu entraría en competencia directa con Alibaba,
que también desarrolla sus propios chips de IA. También daría un impulso a los planes estratégicos de China, que aspira a producir internamente el 70 % de los semiconductores que utiliza el país para el año 2025.