_AsKa_ escribió:NaN escribió:@Dreamcast2004 @Necrofero el problema es querer a un estado protector en plan Hermano Mayor que se meta y regule en nuestras vidas.
Luego nos quejamos cuando regulan demasiado y nos joden. Pero es muy dificil parar un monstruo que no paras de dar de comer. En este caso a mi las cajas de botin ni me van ni me viene, pero como todo, se crea precedente, se crean leyes que casi siempre vienen para quedarse y en definitiva se amplia el poder y control del estado.
El estado debería de encargarse solo de educación, sanidad y seguridad. Todo lo demás sobra. Nosotros somos muy listos y no caemos en las cajas de botín, pero al mismo tiempo pensamos que el resto son subnormales y no pueden controlarse por ello mejor que el gobierno meta sus sucias manos a regular y ponerse duro. Entenderéis lo perverso de dicho razonamiento que hoy en día esta aceptado.
Hoy en dia quitan mas cajas de botin y nos parece bien, mañana quitan sangre, sexo o violencia de los juegos y ya no nos parece tan bien. A ver entonces como paráis al monstruo que habéis dado de comer durante años.
Las empresas tienen en plantilla equipos con psicólogos qué se encargan de indicarles cómo pueden crear estímulos que te hagan querer volver una y otra vez.
Este tipo de lootboxes, se camuflan dentro de juegos gratuitos e inofensivos, y los padres, de primeras, no ven ninguna señal de alarma, muchas veces debido a su desinformación.
Los niños, aún sin meter dinero, se acostumbran a la inyección de serotonina que les produce abrir estas cajas, aunque se las den gratis, pero poco a poco se las van dejando de dar (recordemos, hay psicólogos adultos detrás).
Esto hace que los niños, normalicen los juegos de azar y sean más receptivos a ellos en un futuro, eso puede derivar en problemas, sobretodo a ciertas edades dónde el autocontrol no está desarrollado por completo.
En definitiva, pienso que todo lo que sea poner trabas para que los niños puedan librarse de pasar por esto antes de tiempo (a los 18 nadie se lo impedirá), me parece bien, cada cosa a su momento.
El día que prohíban el gore, ya mostraré mi descontento, hoy, estoy contento de que una empresa no pueda aprovecharse de la mente de un crío por la inconsciencia de sus padres por puro interés económico.
Saludos