Karibdys, tras ser capturado por Satertel, consiguió escapar con la ayuda de dos de sus secuestradores, pero justo cuando estaban casi a salvo, Satertel les descubrió y les ataco. Por suerte apareció Bolgar y, con ayuda de las ideas de Karib, fue derrotado.
----------------------------------------------------------------------------
Poco a poco abrió los ojos, pero no consiguió ver más allá de sus narices. El polvo y la arena se lo impedían. Se incorporó e intentó orientarse, pero no encontró nada sobre lo que guiarse. Ni tan siquiera se podían oír los sonidos del bosque ni el correr del río Elo. Una sensación extraña invadió al muchacho.
La niebla formada por la destrucción de la entrada de la mina empezó a disiparse. Karib se sintió aliviado tras esto, sobre todo porque le daba pánico estar perdido en esas condiciones, sin caminos, sin señales. Al mar le aterrorizaba. Estaba sumido en esos pensamientos cuando empezó a vislumbrar algo frente a él, pero no era nada de lo que esperaba encontrarse. Era un edificio. ¿De dónde había salido aquello? Se frotó los ojos para cerciorarse de que no estaba distorsionando la realidad, pero cuando volvió a mirar, el edificio seguía allí. Inmóvil. Como si siempre hubiese estado allí.
La arena terminó de asentarse ante la aterrorizada mirada de Karib que contemplaba como se encontraba en la plaza de una ciudad. Pero de una ciudad destruida y pasto de las llamas. ¿Quién había hecho eso? Su mirada recorrió aquel lugar. Hogares, tiendas, pequeños puestecillos en la misma plaza... todo estaba destruido.
Un sentimiento de culpa le invadió, pero ¿por qué? Él no había sido el causante de aquello. Entonces miró hacia el frente. Un almacén o algo parecido se encontraba delante de él. Estaba muy deteriorado, y la madera que lo constituía estaba ennegrecida por el fuego. El techo se había derrumbado, pero las grandes puertas semicaídas delataban su antigua función. Fue en aquel momento cuando Karibdys lo recordó todo.
Ya había estado allí. Él ya había visto todo aquello, pero, había sido un mal sueño. ¿Por qué estaba de nuevo allí? Deseó salir de aquel lugar horrible, pero nada sucedió. Seguía en medio de la plaza, sin moverse. Sin hablar.
Un movimiento lo sacó de su abatimiento. Algo se había movido en el almacén. ¿Podría ser alguien que le ayudase a descubrir qué hacía allí? ¿O sería un ladrón o un asesino esperando para matarle? Poco le importaba ya, así que se dirigió hacia aquel lugar. Pero al dar el primer paso, una voz tenebrosa y fría lo llamó a susurros.
- Karibdys...
¿Quién le estaba llamando? Se giró y miró a sus espaldas. Nada. Extrañado, inspeccionó todo aquel lugar, pero no encontró a nadie ni nada que pudiese haberlo llamado. Todo estaba en silencio; un silencio sepulcral.
Vacilante, volvió a dirigirse hacia el edificio del almacén, pero una voz nuevamente lo llamó desde sus espaldas. Y esta vez lo hizo más fuerte que antes.
- Karibdys...
Rápidamente giró sobre sus talones e intentó descubrir quien lo llamaba, pero, nuevamente, lo que encontró fue el paisaje desolado de un pueblo devastado por las llamas. Quería salir de allí. Sentía miedo, frío y algo le decía que estaba en peligro. Pero, ¿por qué él? Un sonido proveniente del cobertizo le alertó de que su vista no le había jugado una mala pasada. Había algo en aquel lugar. Y estaba jugando con él.
Decidido, se encaminó hacia el almacén, ignorando completamente la voz lúgubre que lo llamaba a cada paso que daba. Y a cada paso que daba se hacía más imperativa y más temible. Pero cuando el muchacho llegó a apenas unos metros de las puertas del edificio, aquella voz cesó.
Karib se detuvo como si el silencio de aquel ser fuese más poderoso que su voz. Tembloroso dirigió un vistazo hacia sus espaldas, pero volvió a encontrarse con la plaza calcinada. Respiró hondo y volvió a andar, aunque, inconscientemente, más despacio que antes. Sus pasos eran indecisos y un sudor frío, muy repetido estos últimos días, le recordó que sentía miedo hacia algo irracional. ¿Qué le estaba dando tanto miedo?
En ello estaba cuando llegó a la misma entrada del granero, donde se detuvo. El interior estaba muy oscuro y silencioso. Apenas podía distinguir nada allí dentro. Tomó aire y se dispuso a entrar pero entonces una figura fantasmagórica apareció de la nada y con un chillido lleno de pena y miedo atravesó el cuerpo de Karib y lo dejó inconsciente.
Unas palabras retumbaron en su mente “No...debes....pasar”
Cuando volvió a abrir los ojos lo primero que vio fue a Edenma con la cara llena de lágrimas. Parecía triste por algo muy grave. Intentó incorporarse, pero el dolor se lo impidió. Al moverse, la muchacha dejó de llorar y, como si hubiese visto un fantasma, palideció mirando a Karib. Después, le dio un abrazo que casi le rompe una o dos costillas, a la vez que volvía a llorar.
- ¡Tonto! ¿Por qué me has hecho pasar este mal trago? – dijo con la voz entrecortada -. Creí...creí que habías muerto. ¡No lo vuelvas a hacer!
- Yo... lo siento Edenma – contestó el muchacho ruborizado por el gesto la joven, que seguía llorando.
- No lo ... no lo vuelvas a hacer – respondió por fin secándose las lágrimas delos ojos -.
- Te lo prometo.
Ambos chicos se quedaron mirando el uno al otro.. Una sonrisa se dibujó en su rostro, y ella se la devolvió. Y volvieron a abrazarse. Y así estuvieron hasta que Bolgar apareció entre la polvareda, mirando a Karibdys con un aspecto sombrío.
------------------------------------------------------------------------------------------
chanchan
chanchan
jo, a esto le falta música
weno, nada, estoi inspiraisimo, he reescrito un capitulo entero en muy poco tiempo y, sinceramente y sin animo de nada, me encanta como queda
Ahora empiezo el 10, de resolucion de algunos misterios y aparicion de otros. Postearé más rápido para que no se haga tan meloso esto, no?
Que a veces me paso de meloso, lo siento ^^
nos e ves