El Guardián del Destino XLVI: Bolgar contra Obitah

Una vez que Bolgar ha encontrado a un nuevo compañero de viaje, Galdián, se dispone a buscar de nuevo karib, al que no encuentra por ninguna parte

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La tarde fue cayendo y los cuatro personajes se pusieron de nuevo en camino. La conversación que habían tenido durante el almuerzo continuó durante un buen rato hasta que empezaron a oírse ruido de caballos aproximándose. Por el camino que conectaba Ol con el sur de Tirya apareció un carruaje de color negro, tirado por dos imponentes jamelgos de color pardo. Encima del carro se podían distinguir dos personajes ataviados con túnicas claras y sombreros del mismo color. Quién podría emprender un viaje así sin escolta.
El carruaje siguió avanzando hasta que se aproximó a los dos hombres, cuando empezó a disminuir la velocidad y se paró delante de ellos. Uno de los dos jinetes, de aspecto sombrío y fuerte, debido a que sus músculos se marcaban en la ropa que llevaba puesta, se dirigió a Bolgar con voz ronca y algo intimidante.
- Perdone, buen hombre. ¿Vamos bien por este camino si queremos llegar al puerto este?
- Sí. Deben seguir este camino hasta llegar a Musso, allí pregunten de nuevo y les informarán.
- Muchas gracias.
Algo fallaba en todo aquello. No llevaban escolta, ni ninguno de los dos hombres sobre el carruaje llevaba armas, o eso parecía. Se fijó en el otro personaje. Era prácticamente igual que el que había hablado con él. Rostro surcado por una gran cicatriz y ojos penetrantes. Estaba en forma y se podía afirmar con toda seguridad. Aquellos no eran dos cocheros normales. Además, tenía una sensación extraña de todo aquello.
Por fin, se apartó del camino y dejó paso a los dos imponentes caballos y sus guias y al carro en sí. No tenía nada que certificase que aquellos hombres tramaban algo, sin embargo cuando pasó por su lado la ventana, pudo ver en su interior algo que le hizo reaccionar de forma violenta.
Dentro del carruaje se encontraba una persona a la que odiaba y temía al mismo tiempo, a la que se había enfrentado numerosas veces, y la última había sido en Ol, hacía apenas unos días. Su rostro juvenil y su estatura reducida lo delataban a pesar de vestir ropajes negros. El pelo, de color ceniza, le caía imperturbable por la espalda y en sus ojos se podía reconocer el odio que le dirigía a Bolgar en el mismo momento en el que descubrió que le observaba. Era Obitah, el elfo oscuro que había intentado matar a Karibdys en la gran ciudad poco antes de la explosión de la posada. Qué hacía allí. ¿Podría estar buscando al muchacho? O lo que era peor, ¿lo habría encontrado ya? Una rápida mirada hacia el interior del carruaje le confirmó que no era así, pero llevaba a otra prisionera maniatada y con los ojos vendados. Vestía ropas muy elegantes y llevaba el pelo, de un intenso dorado, recogido con un lazo de seda. En resumen, su prisionera era alguien muy influyente.
Aquel encuentro resultó ser bastante extraño, y el mismo Bolgar dudó unos instantes en decidir qué hacer con todo aquello. Por fin, optó por hacer como si no hubiese visto a Obitah, o como si no lo hubiese reconocido y se dirigió hacia los conductores para que hiciesen un nuevo alto en el camino. Pero tan pronto pronunció Bolgar esas palabras, desde el interior del carromato sonó una voz juvenil y delicada que ordenaba tajantemente a los dos hombres de blanco y sombrero que escapasen del guerrero.
Fue dicho y hecho. Los caballos respondieron rápidamente a las órdenes de sus conductores y empezaron a cabalgar lo más rápido que les permitían sus patas y el lastre que tenían que cargar por el camino de tierra que marcaba la ruta hacia Aucus a travésde las llanura del sur de Tirya. La reacción pilló por sorpresa a Bolgar que espoleó a Ion para perseguirlos cuando Obitah y compañía había tomado algo de ventaja.
Se emprendió así una persecución insólita en aquellos lugares. Como era de esperar, el caballo de Bolgar, al ir menos cargado, empezó a dar alcanza a los raptores, pero cuando parecía que los tenía al alcance de la mano, la cabeza de Obitah apareció por la ventana del carruaje y, con un arco negro y una flecha, apuntó a Bolgar. Éste sabía muy bien que el elfo era un verdadero especialista en el manejo de aquel arma, y pronto hizo que Ion variase el rumbo intentando esquivar el proyectil. Por suerte lo consiguió desplazándose hacia la derecha del camino, pero esto le hizo aumentar la distancia entre él y sus perseguidos.
Rápidamente pudo Obitah recargó su arma y se dispuso a disparar. Esta vez no le daría tiempo a esquivarlo, pero en un acto reflejo, Bolgar obligó a Ion a echarse a la izquierda del camino. Pero lo hizo demasiado tarde. Obitah lanzó la flecha hacia el humano, pero justo en el momento en el que el carruaje brincaba en el aire por el impacto en las ruedas de alguna piedra. El proyectil silbó cerca, muy cerca de la cabeza de Bolgar.
La única posibilidad que le cabía al guerrero era la de invocar algún hechizo que le protegiese de las flechas que lanzaba el elfo desde el carro, pero eso requería un mínimo de concentración que no podría conseguir sobre su caballo en medio de una persecución. Nuevamente había perdido terreno con respecto al elfo oscuro, y éste preparaba una nueva flecha en su arco negro, pero esta vez no cogería al guerrero desprevenido. Se deshizo de ella con un golpe certero de espada que la partió en dos. Incluso en la distancia pudo escuchar y comprender alguna de las maldiciones que pronunció su enemigo.
Para la sorpresa de los perseguidores, Obitah se retiró al interior del carromato sin disparar un solo proyectil más. Era la oportunidad que esperaba Bolgar. De nuevo insistió a Ion para que acelerase en dirección a sus perseguidos. Poco a poco fue adquiriendo metros y metros hasta que se colocó al lado de las ruedas traseras del transporte. Desde esa posición pudo ver a los conductores y la ventana donde se hallaba Obitah. Estaban a su alcance, pero no se esperaba el golpe de su adversario.
Era de esperar, pues estaba en desventaja con el carromato. Cuando menos se lo esperaba, Obitah volvió a aparecer por la ventanilla, pero esta vez con una cimitarra en sus manos, con la que propinó un golpe a Bolgar que apenas pudo bloquear. Sin embargo Ion siguió imperturbable a todo y continuó a la misma velocidad, con lo que la ventanilla pronto quedó a la altura del guerrero. Una nueva abatida del elfo se cernió sobre Bolgar, pero esta vez pudo deshacerse del ataque sin problemas. Los elfos no se caracterizaban ni por le manejo de las armas de cuerpo ni por su fuerza. Ahora era Bolgar el que tenía ventaja sobre los demás. Consciente de ello se dispuso a abordar el carruaje.
Por su parte, Galdian había tomado posesión del joven potro y seguía la escena desde lejos. Su intención era alcanzar a Bolgar, pero viendo que no podía, hurgó en uno de sus bolsillos y sacó de él una especie de tirachinas y tres o cuatro piedras. Detuvo a su montura y apuntó a Ion, pues sabía perfectamente que no conseguiría nada disparando a Bolgar. Cuando estuvo seguro, soltó la cuerda elástica que contenía la piedra y observó su trayectoria hasta impactar en el cuerpo del animal. Éste se encabritó en el mismo instante en el que Bolgar intentaba abrir la puerta del carro y, obviamente, perdió el equilibrio y cayó al suelo. Rodó durante unos metros, pero por suerte no le atropellaron las ruedas del carruaje ni Ion le cayó encima. Sin embargo tuvo que contemplar como Obitah se le escapaba nuevamente de sus manos con un prisionero en dirección al puerto este de Tirya.
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Es un placer escribir una historia y que la gente te siga, gracias de veras ninguno. Hm, ah sí.
Espero que os guste este capítulo de encuentros entre viejos enemigos y tal y tal y haga aumentar la intriga.
Ya sé que hay muchos misterios sin resolver, pero jomio, es que la historia es larga y no los puedo desvelar al ppio. Por lo pronto tienes un malo al que agarrarte.

Ala, nos e ves
XD... un malo ... o dos?, porque si no he entendido mal, galdian le da al caballo para que se escape el elfo oscuro, no?. ein?
Entonces tambíen es malo, además el otro galdian dejo a Karidbys en la estacada, debe ser un esbirro de los malos.. vamos.. digo yo.

Por otar parte, al principio haces referencia a 4 personajes, supongo que te has equivocado y querías poner 2, no?.

El capítulo está bien, pero es un poco lioso y a mi entender desde que se encuentran obitah y bolgar se te escapa un poco de la mano y no te paras lo suficiente a describir cada momento y sentimientos.. no sé... está un poco extraño.. date cuenta, que tú lo sabes de sobra porque lo tienes en tu mente, pero imaginarnoslo nosotros es más díficil. Aunque también es cierto que te he entendido perfectamente.

La historia tiene que ser larguísima, porque si todavía estás en el principio en el capítulo 46... [reojillo]

Saluditos. ;)
hm, me parece que sí me he equivocado, me refiero tan sólo a 2 personajes [agggtt] fallo gordo

y en cuanto a lioso, vale, le daré un vistazo a ver que veo.
Malos malos... x ya verás ya xD


nos e ves
2 respuestas