Los últimos resultados trimestrales de Samsung no han deparado sorpresas. Fieles a los pronósticos internos de la compañía, los datos del segundo trimestre de 2019 arrojan una merma de beneficios de nada menos que el 53,1 %, siguiendo la
tendencia bajista de un primer trimestre que ya dejó una caída del 60 %. Una vez más, la culpa recae en el exceso de inventario de chips de memoria.
En total, Samsung registró unas ventas totales de aproximadamente 42.500 millones de euros durante el pasado trimestre. De allí salieron unos beneficios de casi 4.000 millones de euros utilizando los valores de cambio más recientes.
La división de semiconductores de Samsung no es la única que ha tenido un rendimiento inferior al de trimestres anteriores. La venta de teléfonos móviles tampoco ha proporcionado grandes alegrías. El Galaxy S10 y los teléfonos intermedios no despiertan las pasiones de antaño, mientras que el
retraso in extremis del Galaxy Fold ha supuesto un obvio revés en imagen, incluso si sus ventas iban a ser previsiblemente escuetas.
Por otro lado, los datos de Samsung revelan algunos detalles muy interesantes. La firma mantiene su propósito de seguir invirtiendo con fuerza en el desarrollo de sus
fundiciones para terceros, y ya avanza el desarrollo de un proceso de producción para chips de 4 nm, todo ello sin detener la producción de productos de memoria a pesar del exceso de inventario.
La evolución de la división de pantallas también muestra algún detalle interesante. No solo sus datos han mejorado gracias al mayor número de paneles OLED para teléfonos móviles vendidos a otros fabricantes, sino que ha recibido un importante pago no especificado que habría ayudado en gran medida a mejorar su situación. Samsung no identifica la naturaleza de este ingreso único y extraordinario, pero podría guardar relación con la
cláusula por la cual Apple se comprometería a pagar un extra en caso de que
las ventas del iPhone fueran inferiores a lo esperado y requiriera por tanto menos pantallas OLED de las contratadas inicialmente.
Samsung ha finalizado su declaración de resultados indicando que esperan nuevos "desafíos" en el futuro. No solo porque la economía global podría ralentizarse próximamente, sino también porque se espera que el precio de los chips de memoria
siga bajando durante todo 2019. Es por ello que Samsung busca reducir su dependencia a través de su estrategia para fabricar
más tipos de componentes mientras invierte en áreas como inteligencia artificial y hardware para la industria de la automoción.
Fuente: Samsung