A mí en su día sí que me mató varios juegos, que aunque me parecieron destacables me resultaron una decepción por el hype que se había generado en ellos. Desde entonces, acostumbro a informarme bien (o lo justo si hablamos de opiniones personales), y se podría decir que hace años que un juego no me decepciona por la falsa idea que me había hecho de él.
Ho!