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ElSrStinson escribió: La mentalidad de la gente ha cambiado mucho. Noto a la población más a la defensiva, más estresada, más impaciente. Cierto es que la situación económica no ayuda (inflación) ni el saber que hay una guerra que nos importa (ya que las de fuera de Europa nos la traen floja, nadie temía escalada con Afganistán). Hace falta mucho menos para que salte una chispa entre personas. Noto más necesidad de emparejarse (por no sentirse solos, cosas de la cuarentena) y a la vez, más desapego, hace falta menos para romper. Un bache, y el coche se desmonta, cada rueda por su lado. Noto más sentimiento de soledad, y creo que en el foro también se ha podido leer. Especialmente, personas que se aislaron en su vida social a solo su pareja, y al romper (ya que la cuarentena ha sido una prueba de fuego del mismo infierno), se han visto completamente solos.
opositores más motivados (ya que una plaga divina solo les daba estudiar como opción)
Mr.Gray Fox escribió:Desde mi propia experiencia, el mundo ha cambiado a mejor. Trabajo como programador, y la pandemia me ha servido para cambiarme de empresa, ya que en la que estaba eran totalmente reacios al teletrabajo.
Durante las primeras semanas, que apenas se movía nadie por la ciudad, daba gusto no oir a nadie en la calle. Leía noticias de fauna salvaje acercándose a ciudades y los pocos ratos que podía sacar al perro eran una delicia. Ni coches, ni gente, el aire estaba limpio y se notaba una barbaridad. Poder estar en casa con los míos, evitar transporte público, etc.
Eso fueron las cosas buenas. Las malas, como de costumbre, vinieron de parte ajena. Los policías de balcón, esa puta gentuza que te juzgaba y te increpaba desde las ventanas porque sacabas al perro a que hiciera sus necesidades en un pipican a 30 metros de casa, 3 veces al día durante 10 minutos cada vez. Más de una vez he leído en este mismo foro a semejantes idiotas de los que no diré nombres, pero daba hasta vergüenza la incapacidad de comprender las necesidades fisiológicas. El poco ejercicio le estaba pasando factura, empezó a morderse las patas hasta dejarlas casi en carne viva, porque estaba acostumbrado a unos paseos de varias horas y llegar reventado a casa.
Otras cosas malas, y totalmente relacionadas con el párrafo anterior, mi novia volvía a casa deprimida por todas las cosas que le gritaban desde las ventanas, por tener que sacar al perro o por tener que levantarse pronto para seguir trabajando y verla mover la furgoneta. Valientes cabrones, bien que salían luego a las 8 de la tarde a aplaudir. O soltaban la excusa de que los niños también necesitaban la calle, cuando realmente lo que buscaban era salir ellos mismos. Yo tengo dos sobrinos que en su momento tenían 5 y 6 años, y durante el confinamiento se lo pasaron en grande en casa, jugando a la consola, haciendo puzzles, viendo dibujos, etc. Tan fácil y sencillo como explicarles que en la calle había un virus que te podía poner muy muy enfermo, y ya está.
Finalizando, la mejor parte de todo, fue darme cuenta de que la vida en la ciudad es una mierda, que la gente es una envidiosa, y que es mejor vivir sin ellos. Compré un terreno, me hice una casa y ahora mismo ando escribiendo desde mi despacho. No tengo vecinos cercanos, y casi todos los que hicieron lo mismo en esta zona lo hicieron por lo mismo. Pasan de las ciudades, de vivir hacinados, de tener borrachos de bares a las tantas paseando por las calles, de meados en los portales, de motos metiendo un ruido que tiemblan los cristales.
La mentalidad de la gente ha cambiado mucho. Noto a la población más a la defensiva, más estresada, más impaciente. Cierto es que la situación económica no ayuda (inflación) ni el saber que hay una guerra que nos importa (ya que las de fuera de Europa nos la traen floja, nadie temía escalada con Afganistán). Hace falta mucho menos para que salte una chispa entre personas. Noto más necesidad de emparejarse (por no sentirse solos, cosas de la cuarentena) y a la vez, más desapego, hace falta menos para romper. Un bache, y el coche se desmonta, cada rueda por su lado. Noto más sentimiento de soledad, y creo que en el foro también se ha podido leer. Especialmente, personas que se aislaron en su vida social a solo su pareja, y al romper (ya que la cuarentena ha sido una prueba de fuego del mismo infierno), se han visto completamente solos.