Por no dejar colgada la anécdota, a mi me encantaba coger un juego nuevo de GB o N64, con sus cartoncitos brillantes e impecables y oler ese olor a manual nuevo que tenían todos.
Pero el caso mas curioso de nostalgia olfativa lo tengo con Side Pocket de Megadrive.
Por alguna razón a mis padres se les debió de romper un bote de colonia cerca de la caja y acabo embadurnando el manual del juego. A partir de ese momento cada vez que abrías la caja te invadía un olor a perfume caro de mujer que te dejaba tieso.
Esa característica unida a la música del juego que era (y sigue siendo) un pasote me hacen volver a jugar de vez en cuando buscando esos momentos felices. Ya no tengo conmigo aquella caja, pero es escuchar la música y juro que empiezo a oler ese perfume.