El paraíso vacío, cap.2

CAPITULO 2 -

Parte 1: SU DESEO HECHO REALIDAD...

Impresionado, I.D.G. miro a la chica, y de golpe, solto una carcajada.
"Esto es una cámara oculta, verdad? Venga, donde esta, donde he de mirar...?"
"Escuha, crees que si fuera una camara oculta toda la ciudad se hubiera molestado en cerrar las tiendas, o en esconderse solo por ti?"
"Oye, esto es...de hecho es verdaderamente extr..."
"Crees que nadie haria ruido, por ti? Una cadena televisiva no se molestaria en hacer algo tan grande para una maldita camara oculta!! He hecho esto por ti, Y ASI ME CORRESPONDES!??"
La chica, de nombre todavia desconocido, se rompió en lagrimas. A I.D.G., totalmente en blanco, solo le pasaba por la mente la idea de abrazarla y calmarla, y es lo que hizo.
"Vamos, ya esta, no llores, tssssssss, venga por favor, te pueden oir y pensar que te estoy robando o algo asi...!"
"Nadie nos puede oír...todos han desaparecido, lo he hecho por ti. Escuchame antes de cortarme por favor."
I.D.G. permanecio callado mientras la chica procedia con su historia:
"No se si recordarás, que hara cosa de una semana tu llegaste muy triste a casa, en la cena aguantaste el llanto como pudiste y tomaste la excusa de que no tenias hambre para irte a tu habitacion y llorar, perdido en un mar de tristeza. Ese dia tu...tu escribiste en tu diario lo siguiente: <<22 de abril de 2003, no soporto más la idea de ver a la chica que me gusta con otro, con mi mejor amigo, el cual aprovecho las palabras que le conté que le diría a Nuria, para decirselas el y llevarse el trofeo. No puedo sufrir mas, no puedo ver lo ruín que es la gente, y que tus propios amigos te clavan un sable por la espalda a la minima oportunidad, en la jungla o sobrevives o te pisan, y yo estoy harto de que me roben mi tajada y me pisoteen; quisiera quemar la jungla, kisiera que ardiera y yo, victorioso desde un tejado, ver como mis ladrones arden en el fuego de mi rencor. Quisiera...quisiera estar solo en mi mundo, con una chica que me ame de verdad, que me escuche y me comprenda, que sea parte de mi alma, que en un beso caluroso nos fundamos el uno en el otro, quisiera un mundo para nosotros dos, sin reglas, sin falsos amigos, sin nadie que me ordene, que me ate cadenas a los tobillos...Eso quisiera, mas no logro encontrarte...¿Dónde estas, oh, mi alma gemela...?>>

Yo he hecho lo que tu querías!! He quemado la jungla, he hecho arder a tus ladrones y tu has salido victorioso, he creado un mundo sólo para tí y para mí, aki me tienes, tómame, soy tu amada, tu alma gemela..."

Parte 2: AVARICIA

Pobre chico, estaba desconcertado, ante las palabras de la chica de pelo moreno y mirada penetrante, de la cual ni siquiera sabia aun el nombre.
"¿Pero y mi familia? ¿Y mis verdaderos amigos?"Preguntó el muy alterado.
"Amor mío, estan en un lugar mejor, ellos ahora piensan que has hecho un largo viaje, y que tardaras mucho en voler, y eso si vuelves, yo los conciencié sin que se enterasen...Atodos, a todos y cada uno"
"¿Y la gente de la ciudad? Que ha sido de ellos"
"Tambien estan, en una ciudad, en un lugar paralelo, donde ya no te recuerdan, total al señor del kiosko, un cliente mas que un cliente menos no le importará, y tampoco querrías amistad con la señora de la pollería, ni con los guardias del centro comercial etcétera...¿verdad?", hizo ella en tono bromista.
"¿Puedo confiar en ti, pues?" Dijo, vehemente, I.D.G.
"Plenamente, yo nunca te engañaría, siempre estaré a tu lado" contesto ella, en un tono muy cariñoso.
"Antes de que me beses, ¿podría saber tu nombre?"
"Por supuesto. Mi nombre es Airun"
Hubo un largo beso, y luego los dos jovenes se miraron mutuamente a los ojos. I.D.G. notaba en esa chica una extraña complicidad con él, parecía una extraña, pero a la vez era como si ya la conociese de toda la vida; sus ojos contaban una historia, una historia por ahora oculta bajo la nebulosa mirada de Airun.
A dónde irían, y qué harían ahora era una cosa que sólo Airun sabía, y que contó a su amado. Tomándolo de la mano, y como si fueran flotando raudos a ras de suelo, lo llevó hasta el otro extremo de la ciudad, dónde había una preciosa colina. Arriba de ésta, una casa pintada de azul claro, amplia, iluminada y rodeada de árboles frutales se erguía esperándoles.
"Esta casa será nuestra, la comida no será problema, tenemos el centro comercial y todos estos árboles frutales, y algun que otro animalillo correteando entre los matorrales", le decía Airun con una amplia sonrisa esbozada en su blanca tez.
"Pero algún dia, los alimentos del centro comercial se acabarán, ¿no es así?", decía el, en un tono melodramático.
"No te preocues, amor mío, eso no pasará..." le aseguró ella tomándolo del brazo y dirigiéndolo a la bonita casa.
Dentro de ésta, una cocina-comedor preciosa y amplisíma, con cortinas blancas ondeadas por el viento, una mesa a juego con el color de las paredes, pintadas de amarillo vainilla, unos fogones, un horno y una modesta nevera. Tras pasar la cocina y el pequeño recibidor, el cual tenia un espejo y una maceta con rosas blancas colgando del techo mediante cuatro cuerdas que la sujetaban, se llegaba a una puerta que daba acceso al pasillo; éste comunicaba la cocina con el cuarto de baño, hecho de un preicoso y resplandeciente mármol blanco, la habitación de ellos, tambien con cortinas blancas y pintada de amarillo vainilla, con una cama ancha en el medio y una mesita de noche a cada lado, y un pequeño trastero. Tras llegar al final del pasillo, se podían subir unas escaleras que llevaban al tejado, donde había una amplia terraza para mirar las estrellas y estirarse para relajarse un rato.
El chico estaba alucinando, la casa era preciosa, y ella también, esa chica que constantemente le miraba, se preocupaba por él y le preguntaba "¿te gusta?¿está todo como hubieses querido?". La verdad es que Airun había acertado al cien por cien con la idea que I.D.G. tenía de una vida tranquila.
El implacable tiempo no se para ni si quiera para mirar a los enamorados, y así, fue pasando y pasando, y pasaron, días...semanas...meses.
Dos meses y medio hacía ya que los dos jóvenes estaban juntos, unidos cada día más; conforme I.D.G. conocía a Airun, más le fascinaba estar con ella, y pasar largas horas mirandola fijamente a los ojos y acariciando su suave y liso pelo. Sobraban las palabras, una simple mirada bastaba para hacerse saber lo que deseaban en cada instante, una simple mirada servía para mostrarse el mútuo afecto que tan rapido se habían cogido el uno al otro.
Un día, I.D.G. se levantó tarde, debían ser cerca de las dos del mediodía. Cuando bajó a la cocina, ahí estaba Airun, preparando esa deliciosa comida que siempre le hacía. Pero tuvo un descuido, le faltaban especias y guisantes, y le dijo a su amado si podía ir al centro comercial a por ellas, igualmente, la comida tardaría aún un rato en estar acabada. ¿Cómo decir que no a esa profunda mirada gris, a esa amplia y cariñosa sonrisa, como poder decir que no a Airun?
Tarareando la canción que Airun solía tararear, la cual le recordaba a la música celta y le producía un extraño bienestar, se dirigió al centro comercial, a por especias y guisantes.
Las especias estaban en el primer pasillo, por la cual cosa las obtuvo con facilidad, pero la zona de ultracongelados estaba a fondo del amplio centro comercial. Dos congeladores típicos de dicha zona le esperaban, pero al girar la cabeza hacia donde antes había una pared lisa, le llamó la atención la ancha y alta puerta metálica que ahora estaba ahí. No pudo aguantar la curiosidad, pero hubiera sido mejor que lo hubiese hecho; al abrir la nevera, un edor a carne congelada y putrefacta invadió su nariz. Tras fijar su mirada en un punto al azar, casi por inercia, y encender la luz, lo que vió hizo que su corazón diera un sobresalto y le saliera literalmente por la boca. El amplio terreno que habia dentro de esa gran nevera, almacenaba congelados los cadáveres achicharrados de centenares de personas, y... ¡¡¡eran las personas de la ciudad!!! El kioskero, sus amigos, Nuria, su amigo traidor, sus padres, su hermana...
La impotencia ganó facilmente al cuerpo de I.D.G., el cual cayó sobre sus roillas llorando como quien en un suspiro pierde el alma. Una vez más, no podia creer lo que tenía ante sus ojos, pero a voz de Airun se lo confirmó.
"Todos ellos te hacían daño."
"¿¡Cómo dices!?", dijo el girándose sobresaltado.
"Ellos no se merecían tu compañía, ni se merecían tenerte como amigo, como hijo, como hermano...Todos y cada uno de ellos hacían que cada día tu vida se hundiera un poco más en el lodo de la soledad."
Hubo una larga pausa en la que I.D.G. no dejaba de mirar a los ojos de Airun, que tenía la mirada desviada hacia el suelo. La chica, con voz temblorosa, prosiguió:
"Yo los maté... Los maté por tí, los mate por hacer realidad tu deseo, aquella hoja que me llegó con el viento, aquella hoja que arrepentido arracaste de tu diario y tiraste por la ventana, hizo que me anamorara de tí...eran unas palabras tan hermosas, las que escribiste en esa hoja, con unas metáforas tan logradas, que me transmitiste lo que en esos momentos tu sentías...No podía dejar que te hicieran daño, no podía ver sufrir a la persona de la que me había enamorado perdidamente...yo..."
I.D.G. la cortó repentimaente en un tono seco y despectivo a la vez.
"¿Quien demonios eres?"
"Yo soy una de las almas encargadas de que el equilibrio de un lugar concreto fluya con normalidad, yo puedo ver a los humanos, pero ellos a mí no, y no puedo interferir en sus vidas para nada, pero yo quería ser visible para tí, y por eso, tras usar mis poderes por amor hacia un humano, tuve que hacerme mortal para no sufrir la ira del Supremo...Pero eso me da igual porque estoy contigo..."
"Eres una especie de diosa..."
"Más o menos..."respondió ella y antes de poder abrir la boca de nuevo, él le chillo colmado de ira:
"¡Diosa o no, no tenías derecho a hacerle esto a toda esta gente! ¡No tenias derecho a matar a mi familia, a mis amigos, a la gente del barrio...de la ciudad entera!
¡Marcos fue un cerdo, sí, pero no se merecía morir de esta manera, incinerado, como todos los demas! ¿A eso te referías con "quemar la jungla", eso querías decir cuando te referiste a que "yo salí victorioso?", se quedó sin palbras, sollozante, preguntándose el porqué de todo esto...
"Lo que he hecho se llama amor..."
"¡¡NO!! Lo que has hecho sólo tiene un nombre: avaricia."
A ver como acaba esto.

El uso de la "k" no me gusta, la acentuación y puntuación son muy deficientes, la narración necesita mejorar, el tamaño del texto, un poco largo para mi gusto... pero la historia me gusta.

No te desanimes, que la historia no es mala.

Saludos.
procuraré mejorarlo para el desenlace, es que al escribir rápido, se me escapa alguna K de esas y tildes [tomaaa], pero gracias por tu consejo ya que me ayudará a mejorar en el desenlace; pues dicen que más vale una crítica constructiva que un falso alago ;)
Te sugiero que escribas en un procesador de textos con corrector (Word, por ejemplo) y después copies el texto aquí.

Saludos.
Joder como sa puesto la cosa... ahi tmb estoy muerto yo Khasius?? [mamaaaaa] xD

A por el ultimo capitulo. [chiu]
4 respuestas