La Comisión de Industria del Parlamento Europeo ha aprobado este martes un
paquete legislativo para prohibir el recargo de tarifas a los usuarios que utilicen su móvil desde el extranjero, cobro más conocido como
roaming. Esta medida se adoptaría como mucho a partir del 15 de diciembre de 2015 afectando a las llamadas, al envío de mensajes de texto y a los datos de Internet dentro de los países de la Unión.
La decisión de los eurodiputados también apuesta por la neutralidad de la red dado que se incluyen reglas más estrictas que impiden a las teleoperadoras bloquear o dificultar el servicio de programas de mensajería como Skype o WhatsApp. En todo caso se han pedido directrices a la Comisión para evitar "un uso anómalo o abusivo de los servicios de itinerancia minoristas" con el fin de proteger a las compañías.
Pese a que la primera ronda de votos sobre la medida propuesta por la Comisión liderada por Neelie Kroes ha sido favorable, el paquete legislativo todavía debe someterse a una
segunda votación en el pleno de la Eurocámara durante los días 2 y 3 de abril. Al mismo tiempo, el Parlamento Europeo está a punto de concluir su presente legislatura, por lo que a la nueva votación hay que sumarle que los intereses de los nuevos miembros todavía son inciertos.
Pese al camino que aún queda por recorrer, Kroes espera conseguir un acuerdo sobre el asunto a finales de este año asegurando que el paquete legislativo se trata de "un gran paso adelante para consolidar el mercado único de telecomunicaciones". Considerando además que el voto en el Parlamento "nos lleva un paso más cerca de poner fin al recargo por roaming en la UE".
Mientras en la cúpula europea se pelean para legislar el
roaming, desde Holanda llega una alternativa para no tener que apagar el móvil cuando vamos de viaje. El Gobierno Holandés ha legalizado hace unos días las
tarjetas SIM "en blanco" o "agnósticas", es decir, comercializadas sin asociación a un operador.
Esta maniobra permitiría que los propios fabricantes de teléfonos integren sus propias ofertas de datos y llamadas previamente negociadas con los mayoristas, operando en la práctica como OMVs. Esta característica podría permitir a un fabricante asignar tarifas locales al usuario en cada país que visite, por supuesto siempre y cuando la medida holandesa se extienda a otros territorios.