Finrod_ escribió:Ahora que mencionas el Sareb, ley hace poco el Sareb esta vendiendo un 30% más caro al que los bancos estan vendiendo. Por lo visto se ha creado una organización con un apalancamiento del 1/9. Eso significaba por lo visto que si vende más barato o al mismo precio entraria en grandes perdidas y necesitaria una recapitalización (no hay que recordar de donde sale casi todo el dinero) mientras tanto seguro que no venderan ni un solo piso .
Los únicos accionistas que han encontrado han sido bancos nacionales (los fondos de inversion no quisieron entrar en semejante pufo), es decir el Sareb te compra un piso al precio que has puesto, luego le encarga a tu banco vender ese piso con el nuevo precio (si, el mismo piso que ese mismo banco vendia a un 30% menos hace 2 semanas
) y dandote una suculosa comisión (no se de cuanto es).
A todo esto el gobierno dijo que daría una rentabilidad anual del 15% y no nos costaria nada.
Por lo visto fuera de españa esto ha sonado raro y estan investigando el asunto.
El Sareb sólo se entiende como una patada hacia delante en la socialización de esos pufos de las entidades financieras.
Por eso ni los de aquí ni los de fuera encuentran ni pies ni cabeza a lo que explica el Gobierno sobre lo bonito y rentable que será... pero claro, no para el contribuyente, sino para las entidades financieras que le han traspasado su basura a precio muy por encima del que tendrían en el mercado.
Otro robo a nuestros impuestos, que habrá que ver cuando estalle si no nos lleva a otro "rescate" y nueva ronda de recortes brutales, y si estallará a este partido en el poder o a otro.
Es que hasta en las exigencias de provisión del suelo no hay tampoco pies ni cabeza, más que el hurto del dinero del contribuyente: si una entidad financiera está intervenida, su suelo vale un 20% y la provisión del 80% a pagarla con los fondos a cargo del Estado; si no, su suelo vale un 40% y debe dotar un 60%. ¿Pero qué esperpento es éste?
En cuanto a entidades saneadas, creo que no hay un gran país que tenga una, por mucho que de boquilla digan que sí.
