Cuando las tardes rozaban el portal de mi memoria, el sol de una tarde de verano caía sobre las antiguas y ajadas persianas verde carruaje de madera, que el mismo viento movía con sonido casi de tambor, y las ventanas de madera con la palillera amplia daba al trasluz enormes cristaleras panorámicas donde poder observar el transcurso de la calle y su trasiego diario.
Aquella casa era vieja, una de las primeras que se construyó en mi ciudad, y por lo tanto muy fresca, tenía un patio andaluz donde el sol a determinadas horas penetraba hasta los rincones de las más escondidas macetas de verde mas intenso, y donde en las tardes -noches, me solía sentar con un libro y mi perra Yhira al lado, era un enorme dowerman, negro con ojos nobles mirada que pareciera que hablase.
El suelo era de piedra gris, y en el zona central estaba el pozo, un pozo enorme con forja de hierro ,donde cuando era pequeña me gustaba oír como mi voz marchaba por el túnel y el agua me la regresaba...
Los enormes maletones de helechos brindaban sin duda alguna, emergentes sensaciones de placidez, mientras, solo encontraba la paz del silencio...,algún canario que a sus alas verdosas llegaba a su garganta el placer de cantar la ansiada libertad dentro de barrotes. Que bellos son estas aves, y como cantan que un día serán libres, pero nacen y mueren en cautividad, y lo peor es que morirían de dejarlos libres..., así es la vida de injusta, lo bello a veces lo atrapamos en una cárcel para uso propio, cuando la libertad es ansiada como las colinas en una llanura.
Desde el centro del patio andaluz, se podía vislumbrar el enorme pasillo con losetas tipo arlequín, negras y blancas, desgastadas por los años pasados, pero todo un acontecimiento que daba a la casa un toco tosco y antiguo, te trasladaba a otra época, con los techos de madera pintados y la carpintería muy antigua aunque de buen uso.
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Ella estaba sentada en el sofá y el sudor corría por tu frente y transcurría entre el mentón y el cuello hasta la camiseta donde se empapaba de algodón y calor de la estancia...
A pena con sus pantalones cortos y con las piernas bronceadas por el sol de las mañanas en las marismas, de las caminatas, las estiraba bajo el pantalón corto y blanco recogido en los laterales. Por mas que estiraba su cuerpo en aquél instante el calor la abrazaba como un guante, aquél verano tórrido se dejaba caer plomizo sobre el asfalto, y ya en la calle sobre las 17 de la tarde no quedaba nada mas que el eco de los chicos que se encaminaban a la playa con sus bermudas y bañadores , en el hombro las toallas...
Se estremeció al sentir el hielo intenso de aquél café en los labios, y una gota desparramó su lágrima oculta desde su barbilla hasta el comienzo de sus senos.
Se estiró y dio la vuelta lateral , cuando de repente sintió la caricia de Morfeo, quien la llevaba presta a los brazos de un susurro....
Sueños de caricias en un salón, las miradas se cruzaron, y el baile de los pies comenzaba mientras los labios se mordían prestos adivinando el deseo de una caricia..
La pared se nutrió de su espalda descubierta y el pelo se recogió lateral mientras los labios de el recorrían poro a poro los pliegues de su infinita piel, de aroma a agua de rosas...
Ya de media vuelta y con las manos en la pared, las siluetas barrieron el deseo y dando pasos de baile sobre una mesa, penetró el aire sobre el cuerpo de la sensualidad mas marcada del deseo....
El sofá dio carta blanca , y la alfombra frente a la antigua y apagada chimenea vio cabalgar a lomos dos cuerpos , sin mas ropa que la piel, sin mas sonido que los gemidos de sus cuerpos....
La cortina se movía y el viento suave regresó hasta el diván donde el pelo rubio caería presto de una caricia de levante..
Un beso se aproximó por el lateral y despertó del sueño, dulce y mojado aroma y al volver la mirada , eran las 20 horas ya el sueño se marchó con Morfeo......y allí quedó plasmado en un lienzo la maravilla del pincel cuando se une con las texturas en un lienzo.....
Sitos con sabor a SAL
Elemne
http://www.worldwideartistsgallery.com/maestri.htmMUY BUENO
