El primer Adiós

Aquel día se me escapaba algo de mi vida. Había llegado hace poco pero la una de la tarde marcaban mi final y el de ella como un mismo corazón en una misma ciudad. Fue un jueves normal. Llegamos andando lentamente hasta la estación de autobuses que habría de ser su punto de partida hacia un sitio dónde yo ya no estaría .Donde el olvido se apoderaría de sus recuerdos y la melancolía iría matando todo atisbo de felicidad en mi pobre existencia.Así es la vida. Esa mañana pasamos por el centro, por la catedral que había sido el primer testigo de lo que yo creí amor ( y aún lo creo, aunque yo mismo lo niegue y ella lo afirme). Aquella noche, ya muerta, fue sin duda fue mi noche perdecta , el comienzo de algo que nacía para morir al poco tiempo. Es el sino de todo lo que vive, pues ha de morir sin remedio. Cuando sentí su mano en mi mano, mi corazón dió un vuelco, se sintió eternamente feliz. Era el hombre más feliz del mundo. Ahora mi corzón lucha por seguir latiendo día a día en un mar que no lo lleva a ningún sitio, teme ir sin rumbo hacia ningún lado. Los días se van pero ese se ha quedado grabado en la memoria. Pero la una llegó y el autobus marchó por aquella pasarela de autobuses, y nuestras miradas se cruzaron por ultima vez. Y su mirada me hizó llorar. Y con lágrimas de sangre que obnubilaban mis ojos seguí mi camino, ciego, cansado, con ganas de no seguir existiendo.
y aún lo creo, aunque yo mismo lo niegue y ella lo afirme



Y con lágrimas de sangre que obnubilaban mis ojos seguí mi camino, ciego, cansado, con ganas de no seguir existiendo




que más se puede decir!!!


me encanta
Yo destacaría la frase final, me ha gustado mucho.
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