El primer desamor

*Rigoberto. Lo conocí de casualidad cuando me faltaban un par de meses para los 17 años. Era de otra ciudad, así que solo nos vimos 3-4 veces en el tiempo de nuestra pseudorelación (porque yo a eso no puedo llamarlo relación con tan pocas veces e implicación). Lo conocí en verano y acabamos en noviembre. Aún así, pues fue eso, mi primer beso, mi primera ilusión (hasta entonces nadie se había fijado en mí, no tenía nada de éxito con los chicos), no sé, yo estaba muy contenta. Nos carteábamos (épocas preinternet) y nos llamábamos todos los fines de semana. Pero hablando de qué hacer en navidades, yo tenía dos fechas posibles para ir, una donde solo podía verlo 3 días y otra donde podría verlo más. Pero en esta última no le venía bien porque es cuando veía a su primo de no sé dónde y blablabla. Y total, que yo viendo que priorizaba eso que el verme más tiempo.... pues fin de la relación. Un par de días de llorera y ya está (qué, puedo llevarme disgustos aunque sea yo quien, llevada por el amor propio, no acepte que me dejen de segundo plato).

*Hermenegildo. Este sí podría considerarse el primer amor. Casi diez años que estuvimos juntos, la mitad viviendo juntos. Lo aprendimos todo, vivimos cosas maravillosas, era muy buen chico... pero los años pasaban, yo fui madurando, buscando ciertas aspiraciones... él pareció quedarse atascado en la eterna adolescencia. Conocí a un chico (Sofronio) en uno de esos momentos más bajos, y aunque me pareció excepcional en todos los sentidos (como nunca había conocido a nadie) luché por Hermenegildo, perdí el contacto con Sofronio y tratamos de salvar la relación. Hermenegildo parece que se puso las pilas, lo vi estudiar más y tal... pero al poco volvió a su vida de adolescente eterno. Por no hacerlo muy largo, conocí a Ambrosio, Feliciano y Gumersindo a raíz de un mal momento que tuve y donde me dieron mucho apoyo. Buenos amigos sin interés en mí (Gumersindo iba tras una amiga mía) pero lo que son las cosas, al poco Gumersindo se fue fijando en mí, yo le dije que no y todo bien durante unos meses... pero mi relación con Hermenegildo ya me tenía muy saturada, sentía que había perdido la libertad, me echaba broncas por todo... y me di cuenta de que Gumersindo me gustaba. O que, al menos, me sentía más cómoda con él que con Hermenegildo. Y lo dejé. Me costó, tuve que aceptar que se había acabado. Nos devolvimos las cosas, hablamos, se supone que quedamos bien... pero bueno, yo hice algunas cosas mal, él también, al final prefirió no saber de mí. Me tiré años soñando que aún salía con él y le tenía que decir que ya no quería seguir a su lado... nunca pensé que dejar a alguien pudiese marcar tanto (por suerte, ya dejé de soñar eso). Obviamente, para mí ese chico siempre será una persona a la que quise, junto a la que fui feliz muchos años y que me apena que no pudiese seguir en contacto con ella... pero ya está.

*Gumersindo. Pues sí, quién lo diría, al final Gumersindo y yo acabamos juntos unos meses después de la ruptura anterior (cosa lógica). Los primeros meses fueron raros, yo le dije que aún no había podido pasar página con mi ex (por mucho que yo lo hubiese dejado), que él me resultaba atractivo pero ya está, que no estaba yo para relaciones. Y nada, me dejó mi tiempo y al final estuve muy contenta con él. Sin embargo, años después empecé a notar que la relación no era como antes. Me sentía casi como una hermana pequeña más que como su pareja. Como dos buenos amigos. Así que después de un par de intentos de ruptura por mi parte donde decidí volver a darnos una oportunidad, esta vez decidí que ya no había marcha atrás. Es curioso, una ruptura por mi parte pero que yo en realidad no quería, me habría gustado que él hubiese seguido siendo como al principio. Pero bueno, quizá Gumersindo y yo acabamos juntos por las circunstancias, yo porque necesitaba escapar de una relación tóxica, él porque recibía cariño por mi parte. Pero igual nunca estuvimos hechos el uno para el otro como pareja.
Por otro lado, a Gumersindo no solo no lo he olvidado, sino que lo quiero un montón. Como pareja no funcionamos, como amigos sí. Siempre ha estado ahí cuando lo he necesitado, hemos hecho viajes juntos, ha venido temporada a nuestra casa (donde le dejamos las llaves una noche que triunfó y tuvo ligue ), vino a nuestra boda... somos como dos hermanos. Y no, no queda ni una sensación de interés que no sea amistad de por medio (de hecho, yo soy de las que siente un escalofrío al pensar en los ex de forma amorosa, porque yo solo soy capaz de tener algo con alguien si hay sentimientos de por medio, cuando se han apagado es como... raro.... ).
Eso sí, los primeros meses reconozco que fueron algo duros, pese a que yo me iba fijando en uno y en otro... pero en realidad era mi forma de intentar evadirme y pasar página. Y como salía mal, me llevaba minidisgustos y a los dos días ya estaba a otra cosa (sí, yo monto el drama del siglo cuando me disgusto, pero se me pasa rápido).
Pero el caso es que hoy día lo considero uno de mis mejores amigos, sus padres son como mis segundos padres y a mi hija la llama "pseudosobrina"

*Sofronio.
¿A que os dije que hay gente a la que nunca se olvida? Yo creo que Sofronio fue de esos*. Siempre que me iba mal con una pareja, me preguntaba cómo habría sido todo si en su momento no hubiese luchado por mi pareja de entonces y hubiese intentado algo con él. Seguramente no muy bien, que éramos muy críos. Pero ya, con unos años desde entonces, resulta que volvió a cruzarse en mi vida gracias a una amiga (la misma a la que Gumersindo le empezó a tirar los tejos, por cierto ). A ver, la chispa estaba ahí, pero yo enamorada no estaba. Y él menos. De hecho, durante un tiempo, yo hasta le contaba mis chascos amorosos y él sus cosas. Pero empezamos a pensar... oye, estamos solteros... sin compromiso... y hay atracción entre nosotros... nada nos impide darnos cariño. Y lo que empezaron con besos, abrazos y ese quitarme la espina clavada de Sofronio durante tantos años, acabó en noviazgo, en matrimonio y en una niña preciosa que yo no sé de dónde ha sacado esos genes, porque ninguno de los dos somos tan guapos

*También hay que tener en cuenta que el tiempo y las circunstancias moldean los recuerdos, seguramente de no haber estado con él no pensaría que siempre fue único y especial. Igual si un día me deja, encuentro a alguien con quien ser muy feliz también y pienso que menuda chorrada eso de personas que te marcan... pero bueno, yo ahora lo veo así. Y mi madre desde aquel 2008 en que empezó todo, dice que ella tuvo claro que a mí ese chico me había dejado una huella imborrable. Claro que lo mismo lo dice para darse pisto ahora que es fácil hablar a toro pasado

Yo no sé si tengo un primer amor al que no voy a olvidar o no..., pero lo que sí que sé que el de Segismunda soy yo, jaja. En el fondo nunca llegamos a ser pareja, pero si me tengo que rememorar a los primeros amoríos de mi vida, ella sería definitivamente de lo primero que me empezó a pasar. Lo de Segismunda es digno de contar. Hoy en día seguimos en contacto muy esporádico, pero seguimos. A ella siempre le ha dado mucha rabia que no recuerde cuándo la conocí, pero sé que en el fondo no le importa que la chinche con esto. Fue en una fiesta, por entonces yo tenía 13 o 14 años. Tiempo después, mi hermano y yo terminamos saliendo en el mismo grupo de amigos que teníamos en el instituto, y Segismunda y yo empezamos a estar más próximos. Un día de verano recibí una carta de ella en el buzón. Eran casi 3 folios, en los que me contaba como estaba pasando ese verano... Yo respondí a la carta, y ella decidió continuar. Tiempo después, las cartas ya no las mandaba por correo, me las traía directamente mi hermano, pues ellos iban a la misma clase. A mi Segismunda me caía muy bien. Teníamos mucho en común, pero no me digáis por qué, nunca me llegué a enamorar de ella. No fue así al contrario. Segismunda continuó mandándome cartas durante años. Se me declaró en ellas no una, si no varias veces. Aun recuerdo en la que me felicitaba mi 15 cumpleaños, y hasta mi 18 cumpleaños... No tiré ninguna, y aun hoy las tengo todas guardadas en una carpeta del tamaño de un listín telefónico. Cuando por fin tuvo internet, decidió escribir e-mails. Segismunda siempre fue para mi un ejemplo de tenacidad y perseverancia, pero por encima de todo de humildad y aceptación. Siempre la admiraré por eso. Cuando un día le dije que era mi mejor amiga (según ella todo lo que quería), ni corta ni perezosa me regaló un dibujo a carboncillo de mi actriz favorita. Segismunda siempre estará en mi corazón, pero desgraciadamente no de la forma en la que ella hubiera querido. No obstante, lógicamente, se echó novio, y luego rompió y luego otro,,, pero todo eso fue ya después, durante la carrera.

Iracunda fue durante la ultima parte del instituto y comienzo de universidad. Creo que tampoco me enamoré de ella, la verdad, pero fue mi primer beso. Yo seguía saliendo con el grupo de amigos en el que estaba mi hermano. Él era el novio de una de ellas, que también tenía una hermana (dos hermanos y dos hermanas, con otras 2 amigas más). En un momento dado se añadió un amigo mío, Filipondio. Al principio yo pensaba que yo le molaba a Iracunda..., pero resultó que no, que a Iracunda le molaba mi amigo, Filipondio. Empezaron una relación, pero... a los 2 meses la terminaron. A Iracunda no le molaba mi amigo. Mi amigo decidió desaparecer del grupo, y entonces yo pasé a ser el objetivo de Iracunda. No me digáis por qué, pero yo tampoco me sentía atraído por ella. El caso es que a ella tampoco le pareció importarle. Se me declaró una tarde de domingo, en un parque, rodeada de patos. Todo el grupo estaba por teléfono pendiente de mi respuesta . Mi respuesta fue algo así como... "No eres tú, soy yo. Pero podemos ser amigos...". Y a ella, aunque le jodió, le pareció bien. Este panorama duró todavía un año o dos... Y entonces Filipondio decidió volver al grupo. Y claro, descubrió el pastel.... El caso es que Filipondio había sido siempre mi mejor amigo. Yo le había conocido a él con 12 años..., así es que no quería tener problemas. Pero en unas fiestas del pueblo, a mi amigo Filipondio no se le ocurre otra cosa que subirse a un columpio borracho y aterrizar con la nariz. Todos fuimos a visitarle al hospital, pero hubo una movida de espanto: a mi se me ocurrió ir con Iracunda, y quedar con el resto del grupo directamente en el hospital. Esto, al parecer, fue un acto de extrema traición al grupo, y tras salir del hospital, nos montaron el número todas las chicas, a Iracunda y a mi. (Con el beneplácito de mi hermano y su novia). Iracunda (que otra cosa no, pero ira tenía un huevo), montó en cólera, y le prendió fuego a todo, y a todos. Vamos, que se partió el grupo en dos. Hubo cisma: Iracunda y yo por un lado, y el resto de las chicas y mi hermano por el otro. A mi hermano eso le costó que yo no le hablara en un mes, compartiendo habitación, como hacíamos, en casa.

Iracunda entonces decidió pasar a la acción. Y adrede, me ponía más caliente que el sobaco de un panadero. Y, sí, lo consiguió, me arrancó un gran beso... Pero yo sabía que no estaba enamorado. Así es que rápidamente rompí con ella. "No eres tú, soy yo. " - le dije, " Pero podemos ser amigos... " Esta vez noté algo más de ira en Iracunda. Cuando me respondió que esta era la segunda vez que se lo decía, le dije que la culpa era mía, pero que había tenido el mismo error que ella había tenido con Filipondio… solo que yo había actuado antes.

Tiempo después, el grupo se recompuso. Iracunda se cansó de esperarme... y se enamoró (esta vez ya sí), de Filipondio, que había estado esperando desde su regreso... Su romance duró, esta vez, 5 años.

Robustaina fue un nuevo fichaje cuando el grupo se recompuso. Ella era/es sureña. Era la mejor amiga de Iracunda. Hasta que Iracunda empezó su relación en serio con Filipondio. Entonces, Iracunda decidió no hacernos ningún caso a Robustiana y a mí. Lo segundo lo entendía más, pero lo que yo no sabía es que Robustiana también se sentía ignorada. Así es que nos empezamos a hacer muy buenos amigos ella y yo a partir de ese momento. Yo estaba tan tranquilo, porque no nos atraíamos. Robustiana no era muy atractiva..., pero había algo que me encantaba de ella: era muy muy generosa, y una persona increíblemente buena. Hasta que un día, por las buenas, se me declaró en el cine, justo antes de que empezara una película. "No eres tú, soy y..." - pero me callé. Al final, le dije que la cosa estaba en proceso, y que si todo iba bien, pues que quizaa pronto..... el caso es que cometí un error. Cuando todo esto estaba así, me fui con ella a Paris 4 días, unas Navidades (ya teníamos los billetes!). Durante los 4 días no dejó de lánzame las indirectas directas..., pero el cuarto casi me viola. Sé que no os lo vais a creer, pero teníamos que compartir la cama. La última mañana del viaje, me dice que está muy caliente, y que quiere sarandonga aunque no tengamos condones. Yo, que aun era virgen, y que ella no me atraía ella nada, sabía que aquello iba a terminar en tragedia (para más información, ver "El hundimiento del Titanic"). Así es que le dije que no, que no podíamos, que éramos amigos.. Pero ella no atendió a eso de que "No es no", y saltó encima de mí en la cama cuando yo estaba boca arriba. (Ver apéndice 1, "Instinto Básico"). Cuando me preguntó que por qué no, le dije que "porque no me apetecía", y ni corta ni perezosa me agarró el paquete y me dijo: "Eso no es cierto". Aun no sé cómo conseguí convencerla de que era mejor quedar como amigos... No pudimos, claro. Anacleta entró en escena.

Conocí a Anacleta al empezar la facultad. Aunque a mí Anacleta me parecía muy guapa y muy divertida, ella entonces tenía novio, y todos éramos amigos. Pero un par de años después, oups, rompió con su novio, y éste desapareció. No me digáis cómo, pero por fin empezó a pasarme..., ¡me sentí atraído por Anacleta!! Y lo mejor, es que cuando esto me estaba pasando, ella empezó a lanzarme indirectas.... Lo demás es historia. Con Anacleta descubrí el amor, perdí la virginidad, y hasta me saqué un doctorado! Conseguí quitarme todas las espinitas. Cuando por fin conseguimos trabajo e independencia, tuvimos dinero para todo lo que soñábamos. Aquello era una fiesta sin fin alrededor del planeta (para mas info ver "El Gran Gatsby", "Memorias de África" y "Lawrence de Arabia"). Por primera vez en mi vida, lo tenía TODO.

Pero TODO llega a su fin. Y tras más de 4 años de relación, un buen día Anacleta me pide el matrimonio. Yo, que aun no me sentía preparado, no le dije ni que sí ni que no. Fue algo así como "bueno, ya si eso un día, cuando eso ya.., si eso"... Las promesas de que nos íbamos a venir los 2 a EEUU en cuanto terminara mi doctorado no fueron suficientes..., y Anacleta entró en crisis. Yo le dije que entendía que necesitara divertirse para quitarse las penas..., pero que no estaba preparado para volver a los 16 años para ello. "A ti te empieza a sobrar un novio", le dije. Me pidió "un tiempo" y tras 2 meses, cuando yo ya me di cuenta de que aquello no iba de tiempos, me reuní con ella, y me dejó.

Lo que viene entonces también es historia. La de la Segunda Guerra Mundial, pero interna. Nunca volvimos a vernos tras ese día y los dos aplicamos el contacto 0 desde el minuto 0. Para mí aquello supuso un desengaño tan brutal en cuanto al Amor (ya la chica era lo de menos...), que perdí del todo la esperanza de que aquello me pudiese ocurrir de nuevo. Para qué vivir otra mentira. (visionar "Apocalypse Now", "La lista de Schindler" y "Un día de furia", al mismo tiempo)

Ni Iracunda, ni Robustiana , ni Filipondio (que ya no eran pareja), acudieron al rescate.

Lo hizo Nicolasa, una amiga mía de la niñez. Muy guapa. Lesbiana. A la que acababan de romper el corazón, y como los amigos habían pasado de prestarla atención, cambió de amistades. Ella me salvó, básicamente, y me introdujo por completo en su grupo de amigos, hasta que a los pocos meses me fui a NYC!

Reblochona fue mi primera follamiga. A pesar de ser la Ciudad de los Sueños, mi llegada a NY no fue nada fácil. Había conseguido el puesto de trabajo de mis sueños, pero aun seguía con el corazón partío (lo cual, por cierto, llevó años). Yo me sentía en una "CON UNA Gigantesca CIUDAD A MIS PIES!... y un espacio chiquitín para vivir!!". Reblochona surgió por accidente, y por una necesidad también de pasar página... Todo fue muy bien, hasta que se empezaron a romper las normas más básicas de los follamigos, y aquello tuvo que llegar a su FIN . Poco después descubrí, que tampoco me iban mucho las follamigas .

Osobuca no fue una persona importante para mí, pero era la primera vez que esto me pasaba. Osobuca estaba más buena que el pan. Era la secretaria de la jefa y bueno, para mí era algo muy exótico, pues era de distinta raza. El caso es que yo me decía "ayy solo tendría que adelgazar un poco..." pero luego le mirabas la cara y decías "qué coño". Básicamente, Osobuca tenía un Cupido que nadie veía, revoloteando siempre encima de su cabeza. Este cupido era criminal; no utilizaba arco, si no un ballesta con la que disparar flechas de 3 en 3. Era imposible pasar por al lado sin que aquello terminara como en 300. Era conocida, y su leyenda también..., ya me advirtieron. El caso es que la niña me hacía ojitos. Y yo pensaba ¡anda, pero si le van los españoles!. Y un día, así por las buenas me invitó a su fiesta de despedida, porque se cambiaba de departamento. Aquella noche solo se bailó. Joder, qué pena qué tarde ha llegado esto... -me dije. Luego me enteré que tenía novio. El caso es que meses después volvió al mismo departamento en que estaba yo. Cruce de nuevo por los pasillos. Para entonces el cupido había dejado la ballesta, y hora iba armado con dos uzis semiautomáticas, una en cada mano, que recargaba con gran habilidad desde la espalda, a lo Légolas. Al tener novio ella, yo, como el resto, aguantaba como podía.

Un día coincidimos en una fiesta, en un pub ,y nos pusimos a hablar y hablar. Craso error, ambos descubrimos que no teníamos nada que ver... Hasta que un día, cuando llamé al ascensor, me la encontré saliendo de él. Vi primero al cupido, dirigiendo su puntero láser a mi entrecejo. No me dio tiempo a reaccionar. Disparó con su bazooka justo en el momento en que ella dijo solo dos palabras: "Feliz-Navidad".

Pulverizado, entré en el ascensor. Aun seguía buscando mis pelotas, cuando me dije "esta tiene que caer". Así es que a la vueltas de vacaciones empecé el ataque por el WhatsApp, pues me había enterado de que ya no estaba con el novio. Me respondió rápidamente y quedamos en vernos. Primera coca cola de toma de contacto, y me dice que el novio la ha dejado.... que ella había provocado una bronca con él a propósito, cuando una amiga suya le había comentado que sabía que él le iba a pedir matrimonio esa noche. O_o "Ay, ay, ay... que mal fario" -pensaba cuando volvía a casa arrancandome flechas... Pero de verdad os digo que a los pocos días se me pasaba. La niña estaba cincelada por dioses. Qué elegancia. Que feminidad. Qué delicadeza. Por donde pasaba crecía la hierba. Aquello puro magnetismo. Las paredes retumbaban y los enchufes chisporroteaban. Así es que insistí con el WhatsApp. ¡Además que me hacia ojitos, coño! Quedamos en vernos otra vez esa semana pero justo ese día, algo le pasa y me dice que no puede. Lo retrasamos una semana. Toda la semana esperando... y vuelta a otro imprevisto. Lo retrasamos otra vez unos dias.. y cuando ya por fin la voy a ver, el imprevisto me pasa a mi. Lo retrasamos otra vez... y ya noto por el WhatsApp que aunque me dice que si, que nos vemos ese dia... en el fondo no le apetece Terminé diciéndole que si lo prefería para la semana siguiente y me dijo que si. "Ok, pues cuando te venga bien me dices cuando..." - le dije. Y esa respuesta nunca llegó a ocurrir. No insistí.

Siento la decepción, chicos, pero no, no calló. Fue claramente un rechazo. Y la verdad, me lo tomé bien. Creo que fue debido a que sabía que ella no podría ser nada más allá de una follamiga. Ambos sabíamos que no estábamos hechos el uno para el otro. Además, empezaba a darme cuenta de que lo de los follamigas no va mucho conmigo.

Indiga fue la prueba de que siempre hay un nuevo amanecer, y de que las cosas pasan porque tienen que pasar. Índiga ocurrió en mi vida de repente. Yo ya llevaba años en mi departamento, cuando ella llegó. Era bastante guapa, la verdad. Y muy exótica. Pero no me sentí atraído especialmente. Y eso que también tenía una cadencia elegante y delicada. Sabe Dios por qué unas veces sí y otras veces no. El caso es que un amigo y yo nos preparamos un viaje a Hawaii, y le preguntamos a una amiga de él que si se apuntaba. Lo hizo. Y como solo eramos 3, pues preguntamos alrededor. Y para nuestra sorpresa, Índiga dijo que si O_o a pesar de que apenas la conocíamos. Yo ya llevaba años yendo al gimnasio, pero para aquel viaje me prepararé a propósito. La tensión sexual no resuelta se mascó entre los 4 durante todo el viaje. El caso es que ella se enamoró de mi allí. Pero yo de ella no. Por tonto que parezca, puede que quizá por eso mismo.... No fue hasta unos meses después, cuando ya teníamos una amistad mucho más fraguada, cuando yo me sentí preparado para meterme en otra aventura sentimental gorda. No obstante lo hice porque ella dio el empujoncito, cuando, a sabiendas de que tenía que poner la mejilla porque yo me despedía a lo español (con dos besos), en lugar de ponerme la cara , me puso los labios. Me reí, y entonces se colgó de mi cuello y nos besamos...

Lo demás también es historia. Volví a amar profundamente. Volví a creer en el amor. Volví a ver la vida de otra manera. Pero nunca de una anterior. Los que se pregunten si la amo más o menos, la respuesta es que si no la amo más, la amo igual. Aunque lo que esta claro, es que la amo mejor. De eso sí que no hay duda. En cuanto a si he olvidado mi primer amor..., no, no lo he olvidado. Pero es que no quiero olvidarlo. Pasó lo que tenía que pasar. Aprendí y crecí.

Casi 4 años después de que empezáramos, los dos seguimos juntos. Y aunque cuando ya crees saber todo del amor, éste te sorprende de nuevo (yo ya he abandonado la idea de solucionar el Teorema del Amor), ambos seguimos soñando con un banco en Central Park, y un final Notting Hill.