A mi me hace gracia que en USA tengan algo como Netflix, un servicio de videoclub bajo streaming por $8 al mes y que funciona la mar de bien, pero aquí no hay nada similar. Que haya tanta gente con el premium de Spotify (como yo) pero seguimos cargándonos la cultura. Que privaticen la oficina española del ISBN para que registrar un libro para poder editarlo deje de ser gratuito para que sea de pago pero nosotros nos cargamos la literatura por bajarnos los pdf's y los ebooks abiertos de la red. Señores, NOSOTROS tenemos el derecho y el deber de elegir quienes nos gobiernan. Por suerte, el Partido Pirata empieza a estar vivo en este pais (me consta que están ya en Catalunya y en Madrid y pronto se irán expandiendo). Nuestros padres y abuelos seguirán votando al tuntún entre PP y PSOE porque es lo único que conocen, pero nosotros no. Saben que en la red es donde nos reunimos y donde alzamos nuestra voz y por eso quieren limitar todos los privilegios y derechos que la red nos da, aprobando leyes que dinamitan la libertad de expresión, así como las libertad de compartir conocimientos y cultura. La cultura y los conocimientos deben ser SIEMPRE libres, que no implica que sean gratuitos, pero eso nunca lo entenderán, pues un populacho ignorante es más fácil de manejar cual rebaño de ovejas. El problema no es solo del dinero, sino del conocimiento, pues cuanto más se sepa, más pensamiento propio y más cercana estará la revolución. Los mayores revolucionarios de la historia fueron primero grandes pensadores que no se contentaron ni limitaron con el conocimiento que tenía el pueblo llano. Fueron más allá y pudieron poner en jaque a gobiernos y empresas. Ese es el miedo que tienen los encorbatados, que el pueblo accedamos al saber y decidamos pensar por nosotros mismos.
Ahora es el momento de decir basta, de salir a la calle por algo más de un derrame de petróleo o una guerra en oriente por motivos injustos. Ahora es cuando debemos defendernos con las mismas armas que ellos nos dieron, ejerciendo el voto y la manifestación, levantando nuestra voz de manera pacífica pero firme y que nadie quede indiferente.