Si ya antes de esta ley cuando una pareja acudía a un hospital porque la mujer se ha metido un leñazo contra algo, ya les separaban al activarse los protocolos de violencia de género, aislaban a la mujer acudiendo alguien de servicios sociales para decir que denuncie que no tiene que tener miedo de su marido que ya no le podrá hacer más daño y tal, y te lo vuelven a repetir nosecuantas veces más aunque la mujer insista que no ha sido el marido que ha sido ella misma que se ha pegado un leñazo al tropezarse.
Ahora con la nueva ley da igual lo que diga que la mujer ya que si los servicios sociales determinan que ha sido violencia de género el marido sale del hospital esposado y con una bonita denuncia acompañado por unos amables policías que le conducirán a un precioso calabozo donde pasará uno o dos días a la espera del juez de guardia.
Después de la vista lo más seguro es que acabes con una orden de alejamiento, así que olvídate de volver a casa, retirada de la patria potestad según la noticia, además de tener la obligación legal de pasar una pensión alimenticia a tus hijos, de seguir pagando una casa que no puedes utilizar mientras esperas unos cuantos años a que salga el juicio.
Lo peor de todo la indefensión e impotencia que tanto este hombre como la mujer van a sentir ya que es una denuncia falsa, ella por no poder hacer nada ante un caso así, ya que no puede anular la denuncia que han interpuesto los servicios sociales, él porque es acusado injustamente con las consecuencias que ello conlleva.
Y ambos porque ven como en nada su vida ha quedado destrozada.
Que maravilloso va a ser todo con este
Decretazo de género.