Estimado Sr. García-Escudero,
mi padre fue Diputado del PP en la Asamblea de Madrid, trabajó varios años con el Sr. Ruiz-Gallardón y con el Sr. Aznar. Desde pequeño, en mi casa ha habido siempre un gran sentido de partido; nunca hemos faltado a unas elecciones, a un mitin o a un picnic del PP. Hemos pegado carteles, repartido pegatinas, chapas, gorras y abanicos, aplaudido discursos y movilizado a nuestro entorno. Cada cuatro años nos juntábamos frente al televisor esperando la noticia que nos confirmase un Gobierno del PP, con ánimo de celebrarlo acto seguido en Génova. En el año 1996 ocurrió el esperado milagro, que se repitió en el 2000.
No me cabe duda de que Mariano Rajoy será el próximo presidente de España, no obstante lamento comunicarle que no será con mi voto, ni con el de muchos otros. Ya debe imaginarse por dónde van los tiros, pero no adelantemos acontecimientos. Ustedes no me han perdido por la infame "Ley Sinde", al menos no por ella únicamente.
El PP ya no cuenta con mi voto en 2012 porque sistemáticamente actúan con la idea de que tienen garantizada a la derecha, y que por ello pueden desairar constantemente a su electorado. Al fin y al cabo, es cierto que no tenemos a nadie mejor a quien votar, aunque no diría que son ustedes los mejores, si no los "menos malos". El PP no ha conseguido ilusionarme ni motivarme en ocho años; mucho menos movilizarme o sacarme a la calle a protestar contra los despropósitos del PSOE. El PP ha fallado estrepitosamente en su política de comunicación, a día de hoy desconozco completamente las líneas generales del programa de Mariano Rajoy, y espero que no lo presenten en la campaña deprisa y corriendo a ver si pica algún inocente. El PP, por último, ha consentido en "irse a la cama" con el PSOE en la Ley Sinde con el único propósito de no ponerse a los artistas (a los de la ceja) en contra.
Señor García-Escudero, usted es un hombre inteligente. Me consta, y le pido disculpas por si le parezco condescendiente, no es mi intención. No obstante le voy a decir algo que quizás sea una obviedad y que usted ya sepa, pero si hay una ligera posibilidad de que éste e-mail haga que a usted "se le encienda una bombillita en la cabeza" yo debo aprovechar la oportunidad.
Los artistas, los intelectuales (¿?), los sindicatos, el Grupo Prisa, la gauche divine en general... Nunca, bajo ningún concepto, no importa cómo se porte el PP con ellos o las prebendas que les conceda, jamás estarán con el PP. Ni siquiera tendrán la cortesía de permanecer neutrales. Pierden ustedes su tiempo y lo que es peor, su credibilidad, si piensan que con acciones como esta se van a poner a los Bardem de su parte. España, mal que nos pese, ya ha demostrado de qué pasta está hecha; y todo el elenco que forma parte del gran circo que es la progresía de salón no perderá jamás la oportunidad de envolverse en la bandera del socialismo y arremeter contra la yugular de la derecha, encarnada en el PP.
Señor García-Escudero, lo mejor que pueden hacer ustedes en este momento es permanecer fieles a sus ideas. Y ya que nunca van a ganarse a la izquierda convencida, por lo menos no pierdan a la derecha, a SU DERECHA. Con suerte, buenas políticas y una importante dosis de seriedad y credibilidad, se harán ustedes con el centro "indeciso", que como usted bien sabe son los que deciden las elecciones. Mientras tanto, no cuenten con mi voto, y le agradecería que se ocupase de que no me llegue una carta estándar del Sr. Rajoy en los meses que están por venir. Si está dispuesto, le proporcionaré cuantos datos sean necesarios para que esto sea posible.
Señor García-Escudero, el asunto de éste e-mail es "Gracias". Le agradezco el tiempo que haya dedicado a leer este e-mail, que le puede haber resultado agridulce pero que, sin duda, representa un poco el sentir de muchos votantes del PP que esperamos más de nuestro partido. Le agradezco también el tiempo durante el que el PP ha sido mi partido. Le agradezco el esfuerzo que usted y sus compañeros realizan día a día para que España sea un país mejor, aunque a veces me parezca un esfuerzo insuficiente. Le agradecería, en fin, que en el futuro considerasen la posibilidad de recuperarme como elector. Como simpatizante todavía no me han perdido.
Buena suerte,