El Retrato en la pared.
Colgaba en la soledad de un cuarto, un marco de madera fina, que sostenía un cristal, este a su vez reflejaba el sol que se aparecía cada mañana por una ventana que justamente al frente se encontraba. ¡Cuánta protección para lo que allí dentro se hallaba!, esas serían las palabras de un nómada que poco puede apreciar en una casa, ya que su constante ir y venir de un lado a otro, le olvidan inmortalizar más que las pertenencias que en sus mochilas lleva.
El nómada quizás creyó que al lado del camino ya no se mira esa habitación y el retrato no te atormenta, pero el paraíso o el infierno son parte del alma misma, y lo que a veces vemos tangible, vale más por lo que sentimos adentro, que por lo que su exterior perlado demuestra.
Caminaba por allí y no pude nunca olvidar lo que había en esa foto, la abrazaba como si jamás fuera a despedirme de ella, antes estaba orgulloso de lo que allí veía, ahora es simplemente un recuerdo que me hace entrar en llanto, es la agonía de lo que nunca volverá y básicamente se debe a que el tiempo cuando bien lo disfrutas se acorta, es como si años fueran meses, meses fueran días y días fueran segundos, por eso no me cuestione la edad y hoy día me encuentro viejo, cometí el error de no darme cuenta que todo se puede terminar en microsegundos que son vida. Toque mi barba canosa y le explique al nómada sobre ese retrato:-Quizás nunca lo has visto, amigo mío, porque el reflejo no te permitió sentir las delicias que puede acarrear el pensamiento y más abruptamente el corazón que lleno de sentimientos olvida de la lógica- el nómada me miro con estupefacción y dijo:-Ese retrato ya no existe, porque lo sigues mencionando, si es parte de un pasado que no volverá, recuerdo cuando tuviste que quemarlo para poder calentarte en una noche muy fría, ¿por qué no aplicas la frase que usan muchas personas carpe diem, en latín significa vivir el día como si fuera el último y además agrego: si deseas cargarte de las penas, que la vida se te funda, ya que el dolor es el peor enemigo.
Me dormí y no escuche ni una palabra más de lo que él me decía, ya que cuando una persona no es capaz de ver el pensamiento de un hombre romántico como yo, no merece ser más que oído.
Cuando por fin concebía el sueño abrí los ojos y el retrato estaba allí de nuevo, no encontraba por ninguna parte mi físico, ni siquiera una mano, era como si todo mi ser quedará resumido a un aura que estaba allí presente, de nuevo apreciando las paredes, la ventana y los marcos que acogían el cristal. Quise ver la imagen pero cuando me acerque lo suficiente vi mi reflejo en el vidrio, y me asuste, la foto que allí adentro se encontraba era yo, la persona que abrazaba con mucha delicadeza a esa mujer, era yo, lo cuál era normal pero lo que me hizo helar la sangre es que era el reflejo y no el interior de dicha foto. Comprendí que se me había robado la vida en una captura. El retrato empezó a retumbar y en el momento que se estremecía se escuchaba el palpitar de un corazón, cada vez se producía el movimiento más rápidamente como si el marco fuera un núcleo y todo a su alrededor las arterias que escupían sangre color carmesí. No aguante más tanto dolor y comencé a llorar, como no tenía cuerpo tuve la sensación de que orinaba por todos ángulos y empezó a llover en ese cuarto, eran las lágrimas que salían de todo mi ser esas que me guarde por años, la situación era tan incontrolable que el agua se empezó a mezclar con la sangre tiñéndose todo como un cóctel de desagrado y dolor.
De pronto el marco comenzó a retornar y detrás de él había mucha gente que me visitaba una y otra y otra vez, eran caras diferentes de personas que conocía, me cuestione reiteradas veces: -¿Qué demonios pasaba?, trataba de hablarles y nadie me respondía, hasta que pude mirar el cielo y me sentí feliz, nunca vi el sol con tanta claridad en ese cristal, escuchaba murmullos, acompañados de llanto, fue todo al final tan extraño que empecé a verlo distorsionadamente, hasta que quedo en negro, y yo sigo aquí, y el mundo esta en negro, y yo sigo aquí, y el mundo esta en negro, y yo sigo aquí, y todo esta en negro...
Fin.