FEATHIL escribió:Decir que una sociedad como la japonesa tiene un problema no te hace estar por encima de ella, la nuestra (tanto a nivel de europa como especifícamente ma española) tiene problemas en otros muchos ámbitos y ya me gustaría que adoptaramos algunas cosas de allí.
Se perfectamente que Genshin impact es chino al igual que este, pero el tema de las "waifus" y todo lo que les rodea es originario de Japón de allí que me haya centrado en ese aspecto; no se puede obviar que el manga fue la fuente principal de inspiración para muchas culturas de su alrededor más inmediato (como los manhwas surcoreanos o este tipo de juegos chinos con estética anime total) De todas formas casi que me lo pones mejor...o acaso no existe el problema del machismo japonés, en menor grado, en la sociedad China? Vamos hasta hace 4 días tener una niña en una familia china era una deshonra o, como mínimo, un problema para los padres.
Como seguramente te dará igual cualquier cosa que yo te diga, te dejo un par de canales de YT donde se habla del Japón real desde el punto de vista de occidentales que llevan años viviendo allí y ya han pasado la fase inicial, yo estuve casi 7 meses de intercambio en mi laboratorio y coincido en casi todo lo que se dice:
A ver, no me explayé en mi comentario porque sinceramente estamos entrando en terreno off topic y que no tiene absolutamente nada que ver con el juego Tower of Fantasy (que es de lo que se supone que va la noticia).
Hablas de que este tipo de juegos son "material para pajilleros" solo por el hecho de tener personajes atractivos (ya que no tiene contenido erótico ni lo va a tener). Luego dices que las waifus son... ¿un problema? ¿El producto de un problema relacionado con, primero la sociedad japonesa, después la china y un montón de otros países de machismo? ¿Que en Japón "se pasan" con el fanservice? ¿Que no está bien que se vendan juegos cuyos principal atractivo sean las waifus?
No me voy a meter a hablar de temas de machismos en países ajenos porque es ridículo. Es algo que tiene 0 que ver con lo que se está hablando, y desde luego es un problema.
Si bien el machismo es un problema, las waifus no. Para empezar porque son ficción. No existen, no son personas de verdad y por ende no tienen derechos. Si quiere el autor de una historia puede presentarte a una chica mona que en dos páginas está siendo descuartizada por un psicópata y no pasa nada porque en realidad no se ha comido ningún crimen ya que no son nadie en la vida real, y creo que eso es algo que todo el mundo entiende. ¿Por qué cuesta tanto con otros actos, relacionados con el sexo o la sexualización?
Si un autor quiere hacer una novela gráfica super sangrienta, cruel y explícita está en su derecho, y si alguien quiere hacer una obra, sea del medio que sea, cuyo principal atractivo sea el sexo lo está también. "Es que hay juegos en los que las waifus son el principal atractivo". Vale, ¿y? ¿Cuál es el problema? Hay que saber diferenciar realidad y ficción y dejar de juzgar la moralidad de los demás por la cultura que consume.
Y para mí ese es el problema. Porque dices que no, pero sí, crees que eres mejor que los que disfrutan de juegos de waifus porque, recordemos, son un problema derivado del machismo, por lo que estás a favor de lo bueno y en contra de lo malo, moralmente por encima. El problema no es que las waifus sean un terrible acto de machismo, el problema viene de intentar imponer unas ideas a toda la cultura, de tal forma que no puedan existir waifus porque son terribles para el medio ya que serían productos consumidos por "pajilleros" (no como tú imagino, que no te habrás hecho una paja nunca supongo).
Y es que repito, está 100% claro que hay un problema cuando estamos teniendo esta conversación sobre un juego que no es erótico, solo tiene diseños chulos y llamativos. Sin más
Me parece bien que no te gusten los juegos que tienen waifus. De verdad, no pasa nada. Yo no soporto el gore explícito y no por ello voy dando por saco llamando sádicos a los que disfrutan de Saw. Vive y deja vivir, sobretodo en temas como este de entretenimiento personal.