Allá por el año 1979, tras una larga dictadura, toda la clase política estaba comprometida en crear una nueva norma que acabase con todos los abusos anteriores y reconociese nuestros derechos, nació la Constitución.
Como uno de sus pilares fundamentales, se reconocían y garantizaban los Derechos Fundamentales, entre ellos nos encontramos con la Libertad para expresar y difundir ideas, Libertad para dar y recibir información, y solo podrán ser limitados estos derechos por resolución de un Juez, que pertenece al poder judicial y que supuestamente debería ser independiente de los otros poderes ejecutivo-legislativo.
Pues bien, en nuestro país la clase política, mediante una argucia legal, se salta a la torera nuestra constitución y se autoproclaman competentes para secuestrar las comunicaciones, y todo ello pasándose por el forro la competencia que le ha otorgado en exclusiva al juez nuestra constitución.
Esto es la ley Sinde, una quiebra de nuestros derechos, una puñalada a nuestra Constitución, y después de todo esto tenemos que seguir creyéndonos que defienden la Democracia..., lo que defienden es la Demopasta.