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El Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH), con sede en Estrasburgo (Francia) ha condenado a España a indemnizar con 170.000 euros a Mikel Iribarren Pinillos, quien fue candidato de HB en las elecciones europeas de 1994 y al Senado en 1996, por las heridas que sufrió en la cara tras impactarle un bote de humo lanzado por la Policía durante unos disturbios registrados en Pamplona en diciembre de 1991.
MADRID, 8 (EUROPA PRESS)
La corte europea considera que en este caso se violaron los artículos 3 (prohibición de aplicar tratos degradantes o inhumanos) y 8 (derecho a obtener un juicio justo en un tiempo razonable) del Convenio Europeo de Derechos Humanos, y otorga al demandante 100.000 euros por los daños físicos, 40.000 euros por daños morales y 30.000 euros relativos a costas y gastos judiciales.
Iribarren acudió al TEDH después de que, en enero de 2003, el Tribunal Supremo anulara la indemnización de 60.000 euros que le había sido reconocida previamente por la Audiencia Nacional. El alto tribunal español entendió que que la actuación policial fue "proporcionada y oportuna", y que el herido tenía "el deber jurídico de soportar el daño" derivado de su participación voluntaria en una manifestación ilegal y violenta.
Por el contrario, el TDEH considera que aunque la investigación no logró identificar al agente de policía que disparó el bote de humo contra Iribarren, debió considerarse la gravedad de las heridas causadas, que provocaron al manifestante quemaduras en la cara y parálisis en una mano, por las que le fue declarada una invalidez del 37 por ciento.
Asimismo, recrimina a las autoridades españolas que no hayan declarado la responsabilidad de la Administración en este caso y que no investigaran suficientemente el reparto de responsabilidades por parte de las fuerzas del orden.
Añade Estrasburgo que el uso de botes de humo entraña riesgo para las personas y que las cortes españolas debieron establecer las circunstancias de proporcionalidad que deben ser tenidas en cuenta por la Policía a la hora de utilizar este elemento para disolver manifestaciones.
La resolución cuenta con el voto favorable del magistrado español Alejandro Sáiz Arnáiz, después de que el magistrado titular, Luis López Guerra, se inhibiera del caso, así como el de otros dos magistrados, mientras que los tres miembros de la Sala restantes presentaron votos discrepantes.
El Ministerio del Interior rechazó en 1997 indemnizar a Iribarren por las lesiones, por lo que éste recurrió a la Audiencia Nacional pidiendo 253.300 euros como reparación de los daños sufridos, al considerar que concurría en los hechos la responsabilidad patrimonial del Estado.
En 1998, la Audiencia Nacional estimó parcialmente su recurso y condenó al Estado a pagarle 60.000 euros. Consideró que la actuación policial fue desproporcionada, pero que también concurría responsabilidad del recurrente por participar en la manifestación, razón por la cual rebajó la cuantía solicitada por el joven.
El Supremo estimó el recurso del abogado del Estado y anuló la indemnización, al considerar que estaba plenamente acreditado que Iribarren estaba participando en la manifestación en la que se produjeron graves alteraciones de orden público, mediante barricadas incendiadas en la calzada, ya que llevaba un pañuelo al cuello de los habitualmente utilizados en estas algaradas, y tenía en una manga del jersey restos de antimonio, elemento químico que suele formar parte de las sustancias iniciadoras de artefactos pirotécnicos y explosivos.
Weedman escribió:Vaya, así que condenan a España entera, eh?? Luego os quejais de manipulación de la información y vosotros sois los primeros en hacerlo (burdamente además, hasta un simio manipularía más sutilmente).
Weedman escribió:Vaya, así que condenan a España entera, eh?? Luego os quejais de manipulación de la información y vosotros sois los primeros en hacerlo (burdamente además, hasta un simio manipularía más sutilmente).
Det_W.Somerset escribió:Weedman escribió:Vaya, así que condenan a España entera, eh?? Luego os quejais de manipulación de la información y vosotros sois los primeros en hacerlo (burdamente además, hasta un simio manipularía más sutilmente).
A alguno le hace falta una tila...
Qué término querías que pusiera? Estado español? Seguro que a ése también le encontrabas pegas
Weedman escribió:y vosotros sois los primeros en hacerlo
Det_W.Somerset escribió:Weedman escribió:Vaya, así que condenan a España entera, eh?? Luego os quejais de manipulación de la información y vosotros sois los primeros en hacerlo (burdamente además, hasta un simio manipularía más sutilmente).
A alguno le hace falta una tila...
Weedman escribió:Vaya, así que condenan a España entera, eh?? Luego os quejais de manipulación de la información y vosotros sois los primeros en hacerlo (burdamente además, hasta un simio manipularía más sutilmente).
bel303 escribió:Ironías de la vida..Det_W.Somerset escribió:Weedman escribió:Vaya, así que condenan a España entera, eh?? Luego os quejais de manipulación de la información y vosotros sois los primeros en hacerlo (burdamente además, hasta un simio manipularía más sutilmente).
A alguno le hace falta una tila...
Una tila.. yo diría un litro de morfina.
Entrevista a Mikel Iribarren tras la sentencia europea
El superviviente que condenó al Reino de España
Hace 17 años logró sobrevivir a una brutal agresión policial. Y ahora ha logrado una sentencia histórica en los tribunales europeos, que han condenado al «Reino de España». Se declara satisfecho, pero consciente de que «nada me va a devolver a los 18 años y al instituto». Espera ahora que esto sirva «para que se lo piensen antes de soltarle la mano así a nadie».
Ramón SOLA
La primera victoria, la grande, de Mikel Iribarren Pinillos ocurrió a finales de diciembre de 1991, cuando salió del coma y empezó a recuperar la movilidad después de que un bote de humo le destrozara media cabeza. El jueves 8 de enero de 2009 logró la segunda, una victoria que es colectiva y que atribuye sobre todo a tres personas: «A mi madre y mi hermana, que siempre han estado a mi lado, y a mi abogado, José Luis Beaumont». Ellos han hecho que el caso llamado «Mikel Iribarren Pinillos contra el Reino de España» se salde con condena.
Admite que le dio una satisfacción especial saber que el castigado era todo un Estado, porque al desconocido policía que le agredió se unieron los tribunales que cerraron el caso sin culpable alguno, el ministro de Interior -Jaime Mayor Oreja- que le negó la indemnización, los medios que avalaron la insostenible versión oficial...«Que Estrasburgo les ponga los puntos sobre las íes es algo que me satisface, pero es justicia sólo en parte: a mí nadie me va a devolver la vida que me mataron, no puedo volver a los 18 años y al instituto. Y lo que ha venido después no han sido años de vacaciones: me ha tocado darme de tortas con la vida».
Iribarren tiene hoy 35 años. Explica que ya ha dejado de operarse la cara -«me he cansado»-, pero durante años debió reconstruirse a sí mismo, por fuera y por dentro. «Tuve que aprender a andar, a valerme por mí mismo. Ha habido mucho sudor y mucho sufrimiento. Me dejaron el cuerpo vuelta al aire». El impacto no sólo le hundió el cráneo y le quemó media cara, sino que le provocó incluso una pequeña pérdida de masa encefálica: «Desde entonces tengo epilepsia», explica. En sus palabras no hay victimismo, sino todo lo contrario: orgullo por haber salido adelante y por seguir caminando con la cabeza alta, sobre todo cuando pasa ante algún policía. Tiene anécdotas para rellenar un libro. Quizás algún día.
«Si es persona humana...»
A Iribarren le quitaron parte de su juventud, pero no la alegría de vivir, ni el humor. Se expresa como un torrente. Antes también era un «guindilla». Hasta que llegó aquella madrugada del 15 de diciembre. Han pasado diecisiete años, pero sigue preguntándose por qué: «Supongo que tenía el pelo largo, vaqueros, cazadora vaquera... pinta de borroka, vamos». Salía de Alde Zaharra tras tomar unos potes, y en las inmediaciones de la iglesia de San Lorenzo se topó con una docena de uniformados. No recuerda nada, lógicamente, porque estuvo casi un mes en coma. Un testigo narró que el bote de humo fue disparado a bocajarro, a dos metros, y que el joven «cayó al suelo como una bola. Los policías le sacudieron luego el pelo con la mano, y la ropa para apagar algo que se quemaba». La Cruz Roja llegó a los diez minutos; tras llevar a Mikel al hospital, tuvieron que ventilar la ambulancia por el fuerte olor a quemado y a humo. Los médicos de la UVI definieron el golpe como «horrible». Pero Mikel sobrevivió, contra todo pronóstico. Y hoy, hasta bromea con ello: «Quisieron matarme, pero con un chicarrón de la Rotxapea no se acaba tan fácil. Puedo decir que salí fortalecido».
Es inevitable preguntarle si todavía espera ver algún día la cara de quien le disparó, o conocer su nombre. Mueve la cabeza de un lado a otro: «No, es imposible. Supongo que estará condecorado y en el destino que haya pedido: en Chipiona, en Jaén, donde sea. Pero si es persona humana, la conciencia le tiene que estar recomiendo». Es otro de los motivos de satisfacción que le provoca esta sentencia. El viernes, tras difundirse en todos los medios, muchos vecinos del barrio le felicitaron. Suele contar que «al conocerme, siempre hay alguna señora mayor que me dice: `Majo, ¿cómo te hiciste eso, con la moto o con el coche?'. Yo les digo: `Pues no, señora, esto me lo hizo la Policía'». Ahora, todo un Tribunal Europeo de Derechos Humanos lo ha puesto por escrito para quien no quiera o no se lo pueda creer.
Aunque los hechos eran evidentes y la demanda ya pasó el filtro de la admisión a trámite hace tiempo, ni él ni su abogado querían echar las campanas al vuelo. José Luis Beaumont ya sufrió un revés con el caso de Itoitz, en el que Europa aceptó estudiar la demanda para luego rechazarla. Las presiones de todo un Estado como el «Reino de España» pesaron lo suyo entonces, y ahora podía volver a ocurrir otro tanto. Mikel Iribarren detalla que sabía que había habido una condena similar en Turquía en favor de un manifestante herido de bala por la Policía, «pero no me hacía ilusiones porque es más fácil condenar al Estado turco que al español». El jueves a las 11.00 supo por fin que el esfuerzo había valido la pena, y no ha sido fácil: «Han sido muchos años de tribunal en tribunal, todos se pasaban la pelota. Ha habido un sufrimiento moral, y también económico. Pero al final cada uno encuentra la horma de su zapato. Ha tenido que venir Europa a ponerles las pilas».
«No sólo soy yo»
Al igual que no sólo ha sido condenado un policía, sino un Estado entero, las consecuencias tampoco se limitan a los 170.000 euros que recibirá, sino que Mikel se felicita de que el caso «creará jurisprudencia». Parece muy improbable que Madrid pueda recurrir. «Esto hace historia, porque soy el primer agredido por el que ha sido condenado el Estado español. Ahora, lo que hace falta es que se lo piensen a la hora de soltarle la mano a alguien como me lo hicieron a mí, sea en la calle o en las comisarías», añade.
Y es que su caso no es el único, aunque sus connotaciones resulten especialmente brutales. Iribarren no pierde ocasión de recordarlo: «Como yo ha habido 50.000 -apunta-. Lo que aquel impresentable me hizo a mí es como lo que hizo el que mató a Mikel Castillo en la calle del Carmen de Iruñea, o el que acabó con Germán Rubenach en la Foz de Lumbier, o el que le pegó un pelotazo a Txuma Olaberri también en Iruñea. Por eso animo a llegar a Estrasburgo. Por mucho que quieran escurrir el bulto y decir que lo negro es blanco, al final sale lo que hay».
La puerta de Europa queda abierta para quien la quiera cruzar. Para Mikel Iribarren, se cierra con final feliz y empieza otra etapa en una vida que no lograron cercenar aquella madrugada de diciembre.
El PSN en 1991: «nosotros tenemos las manos limpias»
Las instituciones navarras se han desentendido siempre de este caso, como del resto de agresiones policiales. HB intentó que se debatiera en el Pleno de Iruñea el 26 de diciembre de 1991. PSN y UPN lo impidieron, y su veto desencadenó una importante trifulca entre los concejales. Los independentistas -con el recientemente fallecido José Ramón Aranguren a la cabeza- dejaron la sala y la sesión se suspendió. «No tenéis vergüenza», espetó a UPN y PSOE el abertzale Fernando Biurrun. «Pero nosotros tenemos las manos limpias», le replicaron los concejales del PSOE, el partido que en ese momento dirigía el Gobierno español y, por tanto, las FSE. Estrasburgo no lo tiene tan claro. R.S.
La primera versión oficial quiso negar que un bote de humo provocara las heridas
En todo el trámite judicial, el Estado español ha intentado alegar que Mikel Iribarren participaba en enfrentamientos con la Policía y que por tanto fue él quien se puso en situación de riesgo. Esta ha sido su línea de defensa pese a que testigos remarcaron que en la zona no había incidentes a aquella hora y a pesar de la evidencia contradictoria de que el joven nunca fue llevado a los tribunales por ello. Pero mirando la hemeroteca se observa que en el primer momento la versión oficial fue otra y que intentó negar lo innegable: que la lesión había sido provocada por el impacto de un bote de humo lanzado a bocajarro.
Desde la Delegación del Gobierno en Nafarroa se calificó como «poco probable» este hecho. Las FSE argumentaron que estos proyectiles habían sido modificados para aumentar su seguridad después del conocido caso de la muerte de un obrero tras un desalojo con botes de humo en Reinosa (Cantabria) en 1987. Dijeron que se habían patentado nuevos botes que tenían siempre una trayectoria en parábola y que se disolvían en el aire, de modo que no podían haber provocado un hundimiento de cráneo a Iribarren. Afirmaron además que no ardían, por lo que no podían atribuírseles las quemaduras que devoraron el rostro del joven. Buena parte de los medios dio pábulo a esta tesis e insinuó que Iribarren podía haber sido víctima... de un cóctel molotov. Pese al tiempo transcurrido, Mikel todavía se indigna al recordarlo: «¿En qué cabeza cabe que yo me iba a tirar un cóctel molotov a mí mismo y destrozarme la cara? ¿Y qué iba a hacer yo, que era un `pibito' de 18 años con un cóctel molotov frente a todo un hombre con un casco y armado hasta los dientes?».
La defensa tuvo que forzar una prueba pericial consistente en lanzar botes de humo a cabezas de cerdos sacrificados previamente para consumo humano. Desde entonces, la juez ya no tuvo dudas de que ésa era la causa. Y entonces se improvisaron otras versiones falsas. R.S.
Gara escribió:El impacto no sólo le hundió el cráneo y le quemó media cara, sino que le provocó incluso una pequeña pérdida de masa encefálica
jorcoval escribió:¿Y si me suelta un pelotazo de goma en los morros?
Shitsuke escribió:jorcoval escribió:¿Y si me suelta un pelotazo de goma en los morros?
Pues su que recibirás la indemnización, un policia nunca te puede disparar con una pelota de goma en un punto vital...
zibergazte escribió:Shitsuke escribió:jorcoval escribió:¿Y si me suelta un pelotazo de goma en los morros?
Pues su que recibirás la indemnización, un policia nunca te puede disparar con una pelota de goma en un punto vital...
Eso si consigues demostrar que lo ha hecho el policia... y contra la palabra de la policia vas a necesitar mucha, mucha suerte ya que por muchos testigos que haya... el juez siempre da por veraz la version policial (inclsuo en casos de negligencia suya)
Aqui ha habido por desgracia muchos casos de este estilo... la mayoria acaban muriendo en alguna sentencia que dice que se encontraron al chaval herido y poco mas.. y manda huevos que despues de reventarle el ojo a un crio de 16 años no tengas los cojones de asumirlo... y esto lo digo de un caso de un vecino de 16 años del casco viejo que perdio un ojo a escasos emtros de donde vivia cuando volvia a casa..
A los que juzgais a este chico o a cualquier otro.. deberias pensar si realmente sabeis si este chaval estaba o no en los incidentes... la version policial no va a ser objetiva cuando se les acusa a ellos..
Salu2
stoker22 escribió:Que casualidad que los tribunales de aquí, el abogado dele stado de aquí, el ministro de interior de aquí (el MenorOreja) dijeran que de indemnización nanai, y de repente sales a un tribunal externo y tachannn!!!, 170.000 € y por unanimidad (excepto en la cantidad de 40000 € por daños morales en los que hubo 3 jueces a favor y 2 en contra, ya que estos últimos decían que debían haber sido 30000 € en concepto de daños morales).
Pero que va, la justicia verdadera la que se hace en España, aunque debería ser mucho más dura
stoker22 escribió:Si es que estos del Tribunal Europeo de Derechos Humanos realizan condenas sin base, como una panda de indocumentados...en fin..... cambia de discurso, que huele.
stoker22 escribió:como siempre