Una vez más me llevo una decepción al ver las cosas que pasan a mi alrededor. Es triste pero cierto que todo se mueva por el maldito dinero, algo que irremediablemente nos tiene condenados a una existencia competitiva, donde el instinto innato de sobrevivir a sido desviado a la avaricia conservadora del capitalismo. Rollos a parte, quiero dar un grito de protesta en contra de la multinacional Microsoft, cuyo poder adquistitivo es de sobra sabido por todos, empresa que desde una alta tarima mira prepotente hacia abajo echando crueles y desagradables carcajadas. Ciertamente el rumor del stop en la producción de la Dreamcast me huele a conspiración "Billiana", y una vez más se demuestra que la ambición empresarial no respeta, juega el papel muy bien sabido de la ley del más fuerte.
Me gustaría aclarar que no soy poseedor de la nombrada consola, ya que mis palabras podrían sonar al fanático que busca un culpable por donde sea.
Un saludo