El café continuaba su remolino mientras ella agitaba la taza.
-Creo que el ya no me quiere...- musitó con tristeza-
-¿Alex?; pero si es un sol de chico -exclamo sorprendida su amiga- ¿os habéis peleado?-
Helena Agitó sus cabello en negativa a la pregunta.
-No es eso Sonia; no nos hemos peleado ni hemos tenido oportunidad porqué apenas hemos hablado estas ultimas semanas; a veces paso días sin verle y cuando estamos juntos esta tan cansado que nos pasamos el rato viendo la televisión-
-Quizas solo esta en uno de esos tiempos muertos; ya sabes como son los tios... a veces se comportan como niños - suspiro resignada su amiga-
-Creo que hay otra...- auguró Helena estremeciéndose al pensarlo- Eso lo explicaría todo; sus continuos retrasos, su falta de interes - su voz se agrio y se recogió en el asiento- Pero quizás sea mejor asi, estos días he tenido tiempo para pensar y aunque me gusta estar con el quizás me estoy alejando de mi meta-
-¿Tu meta? - Sonia quedo estrupefacta un instante- ¿Aquella promesa?-
-Si... creo que me he dejado ir demasiado, si quiero conseguirlo necesito esforzarme mucho mas y dejar a un lado mis caprichos- musito resignada-
-Es tu vida helena -Claudicó Sonia- pero deberías estar segura de la circunstancias al fin y al cabo lleváis mucho juntos...-
Acostada en su cama se revolvió dando vueltas ala idea que rondaba su cabeza una y otra vez; era viernes y el aún no la habia llamado. Se levantó y caminó por su cuarto agitando sus cabellos para concentrarse.
En la oscuridad tropezó con una lamina de madera que sobresalía de la estantería. Le fue suficiente palparla para reconocer la inscripción, "Clínica equina Helena"; con su sueño entre las manos se durmió sobre una almohada humedecida con sus temores.
Eran las diez de la mañana cuando sonó el teléfono y el le pidió que le acompañara esa mañana. Dentro de la furgoneta de su padre los dos mantenían un silencio incomodo, el no había querido decirle a donde se dirigían.
"Va a dejarme; me lleva algún lugar bonito para mantenerme tranquila, sabe lo mucho que me relaja estar entre arboles; ¿Que otra cosa puede ser?... esta nervioso y palméa continuamente el volante. No voy a llorar, No voy a llorar." musitó para si misma.
Cuando llegaron a su destino Alejandro aparcó la furgoneta a la entrada y le pidió que le siguiese hacia la propiedad que se alzaba frente a ellos. A su alrededor habia señales de trabajos recientes, y la casa tradicional de piedra negra presentaba plasticos sobre las goteras y trabajos de albañileria en las esquinas deterioradas.
-Ahí detrás del cerro, hay una colina que también forma parte del terreno. Es una herencia de mi Padrino, no sabía que hacer con el asi que me lo alquila por un precio simbólico si yo a cambio yo mismo la restauraba sin recurrir a nadie. Supongo que era para asegurarse de que me lo tomaría en serio... sabe que nunca he sido muy constante pero esta vez necesitaba hacer las cosas bién.... -
Helena paseo su vista por el campo sin entender nada.
-Me parece bién Alejandro pero no entiendo para que lo necesitas... ¿vas a dejar tu trabajo?- preguntó Helena sin saber que decir- Asi que no me has hecho caso estas semanas para restaurar este lugar ¿por que no me lo dijiste antes de que pensase que te habías ido con otra?- le espetó furiosa aunque sabia bien que no tenía motivo-
Alejandro se detuvo y la miró sorprendido. Al fin se acerco a ella y la tomo de las manos para mirarla a los ojos.
-Yo no sabia...- se excuso torpe- Era una sorpresa... una sorpresa para ti... ¿es que no lo ves? -apretó sus manos y sonrió abarcando con su vista el terreno- Esto es para ti, para tu sueño... nuestro sueño... tu propia clínica veterinaria... - musitó-
Tardo unos segundos en darse cuenta de lo que debía haber evidente. Se abrazó a el con mas fuerza de la que nunca habia creído ser capaz mientras lágrimas de felicidad enmarcaban sus mejillas y borraban de su mente la culpa de sus estúpidos pensamientos.