A ver, te comento:
Ni puto caso a los maestrillos de la seducción (es más: huye en cuanto oigas ese palabro, nadie sabe lo que significa). No tienes que ser un canallita gilipollas, controlar lo que sientas o calcular cuánto tiempo tiene que pasar para responder a un mensajito. ¿Qué tienes, quince años?
Ten pelotas. En esta vida vas a tener que dar muchos primeros pasos, y con una mujer esto se cumple especialmente. Por qué vas a estar pendiente del whatsapp si no te apetece hablar ese día (si eres tú el que no lo suelta, problema), ver su película de mierda o tragarte lo zorras que son sus compañeras de trabajo. Ojo, una cosa es ceder y hacer cosas que no te gustan, y otra, tragar con tal de tenerla contenta.
Quiérete un poco. El único consejo decente que vas a encontrar en libros, pero y lo que importa... No vas a hacer un carajo hasta qué sepas cuánto vales, y es evidente que ahora mismo no lo sabes (ni vales mucho). Haz cosas, mil cosas con tu vida. Viaja muchísimo (cada viaje es una vida), haz que tu vida sea un poquito menos estar con alguien. Es evidente que le das demasiado valor a estar con una tía que te eche cuatro polvos y te haga siete cicatrices. ¿Te merece la pena ser un pelele?
Tómate las cosas un poco menos en serio. Lee a Hemingway. Has venido a jugar.
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Lo que opino de la mayoría de las mujeres no lo pongo aquí, que me largan. El que quiera, por privado.