El pasado lunes varios medios de comunicación de ámbito estatal difundían las brutales imágenes registradas por la cámara de seguridad de un centro comercial de Puerto Rico - en el Sur de Gran Canaria - el 8 de enero de 2011. En ellas, se aprecia como un policía local del municipio de Mogán, vestido de paisano, propina patadas y puñetazos a un inmigrante senegalés mientras éste permanece en el suelo y totalmente indefenso.
Sólo cuando se apercibe de que está siendo grabado, el agente local deja de golpear al ciudadano africano y se lo lleva esposado. Días después de que se produjeran estos hechos la víctima denunció que, después de lo sucedido en el supermercado, este mismo policía lo llevó a un callejón donde, junto a otro agente, "lo golpearon con barras de hierro, rompiéndole un brazo".
Hasta ahora, los policías negaban tajantemente "haberle puesto una mano encima" al ciudadano senegalés, al que denunciaron a su vez, acusándolo de "causarles lesiones y de portar dos barras de hachís".
Aunque el informe médico presentado por el vendedor ambulante certificó que éste tenía una fractura en su brazo izquierdo y múltiples contusiones, el multiimputado alcalde de Mogán, Francisco González, salió en defensa de los policías locales y afirmó que las lesiones se habían producido al ser reducido a la fuerza tras oponer resistencia a su detención. Durante estos dos años, y a pesar de estar imputados por el Juzgado de Instrucción número 1 de San Bartolomé de Tirajana, los dos agentes han seguido desarrollando su actividad con normalidad y no se les ha abierto ningún expediente.
Desde el consistorio sureño se ha justificado esta actitud afirmando "que se encontraban a la espera de conocer la resolución del juez para adoptar las medidas oportunas". El grupo de gobierno del ayuntamiento moganero sostiene, asimismo, que este lunes tuvieron conocimiento, por primera vez, de las imágenes que demuestran la agresión policial, y anuncian que "adoptarán medidas disciplinarias" contra el agente que aparece en las mismas.
Cabe señalar, sin embargo, que en el propio vídeo registrado por la cámara de seguridad se observa como la agresión fue presenciada al menos por seis testigos que podrían haber confirmado al alcalde de Mogán la versión del inmigrante agredido. Resulta imposible no preguntarse, pues, si verdaderamente ha sido el conocimiento de este vídeo lo que ha motivado la tardía reacción del primer edil del municipio sureño. O si, por el contrario, la repentina diligencia del político derechista podría tener que ver con el hecho de que la paliza propinada por el policía local que ha contado con su respaldo la hayan podido presenciar ahora en las televisiones de todo el Estado.
VÍDEO:
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