Tal cual, el ejemplo de México me viene que ni de perlas.
Es increíble, las sensaciones que tuve fueron parecidas a las de 1998. En aquel entonces la gente fue optimista con la llegada de Chávez porque estaba hostinada de los mismos de siempre (Caldera, el anterior que gobernó con "El Chiripero", venía de la vieja escuela de COPEI); la misma palabra que dije hoy: hostinación. Ojo, estas elecciones fueron sólo parlamentarias, que el presidente de gobierno sigue siendo Maduro.
Curiosamente, un 6 de diciembre de 1998.
Debería prohibirse por ley que cualquier partido político gobierne más de ocho o diez, es que no conozco al primero que no termine corrompiéndose y emborrachándose de poder, al menos no en los países latinos. España no se escapa de ese ejemplo.
Y así como el gobierno de Maduro echó por tierra al chavismo en dos años, los opositores que llegarán a la Asamblea en enero son capaces de echar por tierra el triunfo de hoy en seis meses. Hay mucha gente joven pero también algunos se creerán con más "importantes" que el resto (María Corina Machado, si vuelve, entre ellos). Yo doy por hecho que alguna estupidez harán.
Entre militares, Padrino López, gobierno y Cabello hubo más que palabras esta noche y eso pasará factura. Al loro que esto no se ha acabado.
Buenas noches.