He decido quemarme
con el agua,
bendecir a fuego lento
tu receta de amistad.
hueles a polvo de otoño,
seguro que has
estado paseando sin mí
por las calles llenas de hojas,
llenas de abrigos con niños,
de gritos con madres
y de frío para combatir las bufandas.
He decido quemar
nuestro sello de familia
numerosa de solo dos,
por que te he oído llorar
hoy en el lavabo,
y conozco la semilla
que germina en tus
entrañas. Gracias, pues
solo tu podrías regalarme
una vida como esa,
y solo quiero que seas tu
la que me lo regale.