En el amor las flores no funcionan 4: el piercing, parte 2ª y última ( del piercing)

- Parece que ya vuelve en sí - dijo una voz femenina.
- Porr fin. Ya erra horra - una voz potente...
- Bueno bueno, no se ponga así, q al fin y al cabo no le ha costado nada hacerle el agujero - ¿agujero? ¡¿ q agujero ?! ay mamá. Tragué saliva. Un momento. ¿Qué tengo en la lengua?
- Si bueno. Perro está ocupando sitio en mi consulta, y además, no ha grritado.
- Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaah - grité cuando me dí cuenta de que era lo que tenia en la lengua.
- ¿Contento? - dijo Mar.
- ¿Qué me had hedho? - tenía los ojos desorbitados y la lengua no me respondia.
- ¿Yo? Nada. Ha sido él - señaló al ATS. Este se encogió de hombros. Y esa mujer se llama mi amiga.
- Me had puedto ud - se me cayó saliva de la boca. ¿Qué pasa? no podia tragar - ud peddiedte ed da dengua.
- Era lo q querías ¿no? - cruce de miradas. Esta vez gané yo.
- Bueno, quizá no era lo que querías de verda de verda, pero mira qué pendiente más bonito - me acercó un espejo. Abrí la boca y entre hilos de saliva y demás guarrerías me conseguí ver algo de metal entreto la carne. Un escalofrío me reocrrió. Dios, me han pinchao como un vulgar cerdo. Estoy marcao pa to la vida.
- Maddita. Edta me la pagad. ¿Y ahhoda cobo be prezento yo ed bi cada?
- Ugh - música tétrica -. No me acordaba de tus "padres".

Tranquilidad. No puede ser tan malo esto. Sólo me tengo q llevar tres dias a base de papillas... sin que ellos se den cuenta. Ay ay ay. Quien me mandaba hacerle caso a una jippi.
- Venga. Que no es nada - le clavo un clavo ardiendo en la lengua, no le clavo un clavo ardiendo en la lengua, le clavo un -. Algo encontraremos.
- Di, clado. Cobo no tiedes que uzad babedo ¬¬
- Que no es tan malo joe. Mira, a ver pensemos en algo - q lista. Demasiao tengo yo con intentar no dejar un rastro de baba por la calle como para pensar algo de aquí a mi casa.
- Doy todo oidod - y lengua, pq la tenia más hinchada que ego de Heynkes.
- A ver.. a ver... no tendrás nada importante que hacer en tres o cuatro días, ¿no? - pensando, procesando información, saturación del sistema.
- Do.
- Bien, entonces solo tenemos q sacarte de tu casa todo ese tiempo. A ver. Te puedes venir a mi casa a comer - ¡no!
- Edte... no podmod budcad otra zoludion?
- Piensa tú algo joio - tenía razón. No hay otra solución. Aunque no sé si prefiero morir a manos de mis padres o a manos de los suyos.
- Vade, pedo padebod pod bi cada q quiedo coged unad codad.
- Chi chi. Escupe bicho. Yejeeeeeeee - ya no me hace falta un clavo ardiendo. Creo que con una estaca valdría para atravesarle la lengua.
Bien. Poco después llegamos a mi casa. Era humilde, como la de la gente normal. Tres pisos, 10 habitaciones, 5 cuartos de baño, 2 piscinas kms de jardin. SUspiré contemplando mi hogar. Ahora tendría que explicarle a mis padres SIN palabras que me iba a quedar en casa de Mar durante el tiempo suficiente para que aquello que tenía en la lengua dejase de moverse por su cuenta y respondes a mis órdenes. Entramos por la puerta principal y me dirigí a mi cuarto: Allí decidimos que Mar sería la que hablase con mis padres... Que dios nos pille confesaos.
Cogí unas cuantas cosas. Ropa, mi cojín favorito y un disco recopilatorio de georgie dann... lo esencial Vamos. Y por fin, llegó el momento. Fuimos a ver a mis padres.

- Hola señora Lopez - dijo Mar a mi madre.
- Hola ... querida. Hola Manuel. ¿Queréis algo? - que cara de arpía tenia mi madre. La quería mucho pero parecía más un bicho que un humano.
- Ehm, sí verá. Es que como estamos de vacaciones y mis ... hermanos se han ido por ahí lejos, pos habíamos pensdo en que... pensalo los dos claro, jeje - genial, me encanta como miente. Y me llama a mi pardillo - manu podría quedarse conmigo en mi casa hasta el lunes - oh oh. Equivocación. Mi madre cambió la cara totalmente. Ahora parecía más un boxer que un pajarraco.
- ¿Hasta el lunes?
- Ehm, sí, a Manu le gusta la idea. ¿Verdad Manu? - ¿qué?, ¿yo? Ah. Asentí.
- Manuel, ¿de verdad quieres ir? - asentí de nuevo -. Bueno no creo que haya ningún inconveniente. Déjame el teléfono para llamarte por las noches - ugh, no había pensado en eso. Las llamadas a media noche....
- Ehm es que el teléfono está estropeado.
- Y tu movil, Manu - hicé un extraño movimiento de cabeza. Primero un semicírculo, después la dejé caer y por último indiqué con mis manos el suelo. Nunca gané en el "Gestos" -. Pero, ¿qué te pasa Manuel? ¿Te ha comido la lengua el gato? - hmmmm casi acierta. Más bien ha sido una gata llamada mar y su amigo nazi.
- Es que... se le ha roto - bingo. Si esta chavala tiene una imaginación que... Yo, para variar, asentí.
- Bueno bueno. Tu padre no está así que ya se lo diré. Si puedes llámame, ¿vale cariño? - victoria. Por fin podía respirar trankilo.
Nos fuimos lo más rápido que pudimos de allí. Entre otras cosas pq no podía almacenar más cantidad de saliva en mi cavidad bucal. Nada más salimos del jardín escupí todo lo que tenía
- Dios mío, chico. Un poco más y acabas con la sequía mundial - pero qué simpática es.
Entonces algo ocurrió. No me lo podía imaginar. Entre el lejano horizonte del otro lado de la carretera surgió la figura de mi novia, bueno, mi ex-novia. Se dirigía a mi casa. Ay ¿y ahora que hago yo? Pues lo único que se me ocurrió. Volver a mi casa.