En el mundo de las rayadas. Primera parte.

¿Porqué no puedes pasar una temporadita sin dar la lata?
¿Porqué cuando supero mis problemas, me surgen otros, que no son realmente problemas, pero me llevan al mundo de las rayadas mentales, en el cual solo vivo para una cuestión, o para una persona?
¿Porqué cuando me enamoró entrego todo mi ser a cambio de la voluntad? ¿Porqué no ser un poco más egoísta? A veces no vendría mal del todo, pero yo soy así.

Me siento feliz, parece que soy correspondido, en cierto modo soy feliz con poca cosa, un beso suyo me basta para alegrarme la mañana, y el día entero. No quiero vivir la vida de forma tan intensa, si quiero vivirla de forma tan intensa, quiero vivir intensamente estos momentos, momentos de felicidad, tengo más de lo que merezco, sobre todo la tengo a ella, no necesito NADA más. Tengo miedo, ya ha empezado, ya no hay vuelta atrás. Si que la hay, no quiero darme la vuelta, estoy en el paraíso, algo que creí que no volvería a ver. Aunque cada vez que cierro los ojos, el mundo se divide ante mí. Mitad blanco, el ahora, con ella; mitad negro, el pasado, el fin de otro paraíso que creí insuperable, y me he dado cuenta de lo contrario. El destino tiene la palabra, a veces hay que ser valiente, el que algo quiere, algo le cuesta, y aquí estoy, navegando en un velero. Hoy hay sol, el mar está azul como el cielo; mañana habrá tempestades, tengo que disfrutar el ahora al doscientos por ciento. ¿porqué mañana tiene que haber tempestades? Yo tampoco se contestar porque. Quizás sea un viaje eterno, o sea una aventura que termine de forma tranquila en la costa. Sea lo que sea, será. Vive el momento, y eso pienso hacer.

No puedo estar rayado, soy FELIZ. Me sobran los motivos, me sobran las palabras. Vivo con quien quiero vivir, quiero a quien quiero querer, disfruto con quien quiero disfrutar, y amo a quien, más que nunca, he querido amar.