Una niña llamada Hena Akhter, de 14 años, muere en Bangladés el 31 de marzo de 2011. La autopsia indica que la causa de la muerte es suicidio. Pero la búsqueda de sus padres porque se sepa la verdad hace que se exhume el cadáver de su hija. La segunda autopsia asegura que la niña murió por una hemorragia interna, causada por múltiples heridas. Hena Akhter había sido sentenciada en un tribunal de la Sharia islámica a 101 latigazos por adulterio, tras ser violada por su primo Mahbub de 40 años de edad.
Hena vivía en Shariatpur, un distrito de Bangladés que forma parte de la división de Dhaka. Era la hija menor de cinco hermanos. Los problemas comienzan cuando el hijo del hermano de su padre, su primo, vuelve de trabajar en Malasia. Mahbub Khan tiene 40 años de edad, tres veces más que Hena, y está casado, lo cual no le impide acosar a la niña insistentemente. La acosaba en su camino a la escuela y cuando volvía a casa. El padre de Hena, Darbesh Khan, decide entonces que todo debe terminar y se dirige a los patriarcas de la aldea para encontrar soluciones.
Los patriarcas entonces reprochan la actitud de Mahbub, a quien le dicen que su acoso es intolerable. Le imponen un castigo haciéndole pagar 1000 dólares a la familia de Hena, exigiéndole que la deje en paz.
Pero Mahbud no se inmuta y tiene otros planes. Meses después conseguirá su cometido. Aprovechando que Hena está en su casa junto con hermana Alya, la fuerza a salir de ella y la viola entre unos arbustos. Hena se resiste y grita desconsoladamente, gritos que escuchará la mujer de Mahbud, la cual tira de la niña para su chabola tras verlos manteniendo relaciones sexuales.
El caso se dirime en un tribunal de la Sharia, la ley islámica. El Imán de la mezquita local ordena el castigo, 201 latigazos para Mahbud khan. Y en el caso de Hena, 101 latigazos por adulterio, por tener una aventura con un hombre casado. El día del castigo, Mahbud huirá tras recibir unos cuantos latigazos. Hena se desmaya inconsciente de dolor tras recibir 70 latigazos.
Hena fue llevada a un hospital y tras una semana muere. Sus últimas palabras fueron insistiendo a su madre en que era inocente. La autopsia reportó que no había heridas en el cuerpo de la niña y que la causa de su muerte fue suicidio. Pero Darbesh Khan y Aklima Begum, los padres de Hena no iban a aceptarlo. Exhumaron el cadáver de su hija e insistieron en que se le hiciera una segunda autopsia. Tras el manifiesto escándalo público que supuso la primera autopsia, la segunda se realizó en el Dhaka Medical College Hospital. La segunda autopsia sentenció que la muerte se debió a hemorragias internas, causadas por múltiples heridas. Los doctores que participaron en la primera autopsia fueron acusados de “falso informe de autopsia médico forense y de esconder la verdadera causa de la muerte de Hena”. El Imán que impuso la fetua a la niña sería arrestado por orden judicial.
Sultana Kamal, directora de la organización por los derechos humanos bangladesí Ain o Shalish Kendro, diría: “Lo que le pasó a Hena es desafortunado y todos debiéramos de sentir vergüenza ya que no la pudimos salvar”. Añadió “El Gobierno tiene que tramitar leyes especiales para los que perpetran castigos extrajudicialmente en el nombre del Islam”.
http://www.yourjewishnews.com/2013/02/25951.htmlhttp://www.libertaddigital.com/mundo/piden-cargos-contra-los-medicos-que-falsearon-la-autopsia-de-la-nina-muerta-a-latigazos-1276418878/http://www.abigmessage.com/bangladesh-retelling-the-story-of-hena-akhters-death.html