En Esta Casa Hay Mucho Cuento

Será el calor, quizá que me aburro, o sólo una excusa para no hacer lo que tengo que hacer que es escribir. Se me ha ocurrido transcribir cuentos breves de diferentes autores, esos que alguna vez leísteis y os gustaron tanto....
Me estreno con un par de ellos.

Saludos,
IMAGÍNESE
En la oscuridad, un montón de ropa sobre una silla puede parecer, por ejemplo, un pequeño dinosaurio en celo. Imagínese, entonces, por deducción y analogía, lo que puede parecer en la oscuridad el pequeño dinosaurio en celo que duerme en mi habitación.

(Ana María Shua)
EL DESEO DE SER UN INDIO
Si pudiera ser un indio, ahora mismo, y sobre un caballo a todo galope, con el cuerpo inclinado y suspendido en el aire, estemeciéndome sobre el suelo oscilante, hasta dejar las espuelas, pues no tenía espuelas, hasta tirar las riendas, pues no tenía riendas, y sólo viendo ante mí un paisaje como una pradera segada, ya sin el cuello y sin la cabeza del caballo.

(Franz Kafka)
LA GALLINA
Una mañana temprano de domingo iba bajando por la calle Stanton cuando vi, a pocos metros delante de mí, una gallina. Yo caminaba más deprisa, así que de pronto le di alcance. A la altura de la Avenida Diecioch, estaba casi encima de ella. En la Dieciocho, la gallina giró en dirección sur. Al llegar a la cuarta casa se metió por el camino de entrada, subió los escalones del porche dando saltitos y picoteó con decisión sobre la puerta metálica. Momentos después, la puerta se abrió y la gallina entró.

(Linda Elegant)
"Cuando se despertó el dinosaurio todavía estaba allí". Augusto Monterroso.
EL COCODRILO O EL DEPENDIENTE
Partía el agua en dos, un corte magistral, limpio, silencioso. Dejaba entrever sólo la cima de su espalda que brillaba como el filo de un cuchillo. Un cuchillo que se deslizaba por las aguas del pantano. Unas aguas tranquilas, demasiado tranquilas, turbias, estancadas. Sólo se oía un remoto, casi imperceptible, ruido sordo del agua que se separaba al pasar el animal. El verdor que cubría su espalda le hacía invisible en las aguas turbias de la ciénaga. En la quietud seguía su camino con precisión. El peligro llenaba el aire. Sentí escalofríos en la nuca, inmóvil. Pero no, no era miedo lo que me inmovilizaba, sino la maestría de su incisión en las aguas quietas.
- Señora, quiere usted algo más.
- Sí, por favor, cuando termine de cortar esa pieza, corte dos o tres piezas más, perdón. Había calculado mal el número de visillos.

Sólo ahora oigo los pájaros, el murmullo de las hojas y el revoloteo de insectos al mí alrededor. Pero, de nuevo, vuelve a deslizarse el cocodrilo por el agua, derecho, sin desviarse lo más mínimo.

(Sharon Smith)
Pues sigo con lo de los relatos breves, gracias a quienes habéis colaborado. Se puede transcribir o inventar.
Por favor, no cortarse en esta su casa.
Soñe que era una mariposa. Y al despertar no sabía si era Chuang Tzu y había soñado con una mariposa, o si era una mariposa y estaba soñando que era Chuang Tzu.

(Chuang-Tzu, s. IV a.c.)
El de la mariposa lo conocia, pero es extraordinario, no me canso de leerlo. A mi me ocurre que en medio de una pesadilla sueño que ya estoy despierto, pero sigo soñando, y asi sigo cayendo de sueño en sueño, en el convencimiento de que esta vez si estoy despierto, como quien va cayendo de una red en otra sin pisar nunca el suelo. Es estremecedor, y, desde el punto de vista cinematografico, deslumbrante. Habra que abrir un hilo sobre sueños, Freud, Jung, Lacan, la propia y adorable Lchana, el mismo Vadin, que se yo, Demiurgo que esta en los cielos academicos, el robot que me birlo los acentos... Los sueños del dormido, que gran trama. Buenas noches, amigos. ¿¡Que el señor de los ordenadores os conserve las tildes!
Nunca le perdoné a mi hermano gemelo que me abandonara durante siete minutos en la barriga de mamá, y me dejara allí, solo, aterrorizado en la oscuridad, flotando como un astronauta en aquel líquido viscoso, y oyendo al otro lado cómo a él se lo comían a besos. Fueron los siete minutos más largos de mi vida, y los que a la postre determinarían que mi hermano fuera el primogénito y el favorito de mamá.
Desde entonces salía antes que Pablo de todos los sitios: de la habitación, de casa, del colegio, de misa, del cine -aunque ello me costara el final de la película.
Un día me distraje y mi hermano salió antes que yo a la calle, y mientras me miraba con aquella sonrisa adorable, un coche se lo llevó por delante. Recuerdo que mi madre, al oír el golpe, salió de la casa y pasó ante mí corriendo y gritando mi nombre, con los brazos extendidos hacia el cadáver de mi hermano.
Yo nunca la saqué del error.

(Rafael Novoa, Premio Faroni de Relato Hiperbreve 2002)
buenísimo el relato de Novoa, Prado.
Escrito originalmente por LChana
buenísimo el relato de Novoa, Prado.

Cuando lo leí, me quedé de piedra. Y lo mismo le pasó a muchos que lo han leído. Saludos.
LOS ÁRBOLES
Pues somos como troncos de árbol en la nieve. Aparentemente yacen en un suelo resbaladizo, así que se podrían desplazar con un pequeño empujón. Pero no, no se puede, pues se hallan fuertemente afianzados en el suelo. Aunque fíjate, incluso eso es aparente.

(Franz Kafka)
LUNA
Luna se mira en el espejo con la triste intención de ver en ella... la belleza que otros dicen que tiene... pero ella se siente fea... se ve gorda... mengua... se suicida, y desaparece del cielo.

(Demiurgo)
Se miente más de la cuenta
por falta de fantasía.
También la verdad se inventa.

(A. Machado)
El joven Ernesto, empuñando una pistola, se presentó en casa del hombre que le había arruinado: "No voy a matarle, don Braulio", dijo, "sino a suicidarme ante usted. Caiga mi sangre sobre su conciencia y lo que es peor, sobre su magnífica alfombra persa".
Don Braulio le disuadió: buenos consejos y una sugerencia: "Si desea quitarse la vida, ¿por qué no lo hace en casa del odioso Cortés?". Y le convenció con un cheque generoso. "Aunque no le conozca, la prensa buscará razones y arruinaremos su carrera".
Pero el odioso Cortés le contrató para suicidarse en casa del pérfido Suárez, este le pagó para hacerlo en la de su enemigo Ramírez, y así sucesivamente. Ernesto se retiró veinte suicidios después. "La bondad de los hombres me ha salvado", solía decir.

Miguel Garrido Pérez. Premio Faroni de relato hiperbreve.
Solo los náufragos aprecian el verdadero sentido de la natación


Mario Benedetti
Yo siempre quise ser Bombero. Al final, mi pobre madre, que tenía dos trabajos cuando yo siempre quise ser médico, tuvo que sacarme de la escuela. Yo nunca fui Bombero. Mi padre, que siempre amó este país fue muerto en la calle por unos blancos. Yo siempre quise ser blanco. Cuando salí de la escuela tuve que trabajar en dos empleos. Como mi pobre madre. Yo nunca fui Médico. El otro día, cuando era el cumpleaños de mi hermano más pequeño, siete posiciones más abajo que yo en la familia, al pasar por la parada de metro que quedaba cerca de mi trabajo, más allá de Queens, unos blancos me pegaron hasta matarme. Yo nunca fui blanco: Por eso me mataron.
Me he pasado unos días en el balcón, arreglando galanes pisoteados y ahora queda todo el trabajo en el interior de la casa.

Muchas gracias, Demiurgo, por traernos para la cena un cuento tan interesante, lleno de acidez y de brevedad, de deseos frustrados, me parece que avanza muy bien y que es conciso. Gracias también por el aperitivo de Benedetti.

El relato de M. Garrido, ganador del Premio Faroni me parece merecedor de un premio, en pocas líneas nos dibuja a varios personajes y su mundo, con un cambio magistral en el protagonista. Prado tiene buen ojo para elegir menú.

Ahora pasaré a recopilar un par de textos de los hilos (ni juez, ni parte, que no se me encrispe nadie, please) porque parece que los autores no se animan a traer la botella de Rueda y las pastas de té.
Yo pondré la mesa, y después de cenar os leeré un cuento.
COLGAR EN UN HILO
Una historia que empiece asi: La princesa merendaba farolas, mientras el flautista perseguia quimeras. Fin.

(Palmiro)
HAY VECES QUE TIENE QUE SER ASÍ
Lo cierto es, que fue uno de esos días, que te hace pensar que todo está escrito, y las cosas ocurren por un motivo. El móvil se rompió sobre las cuatro. Llamé a mi mujer para decírselo y para que estuviese lista para ir a cenar, hacíamos 10 años de casados. Al salir de la oficina y coger el coche, me encontré con una manifestación improvisada que había colapsado la mitad de Madrid; bueno, la mitad no, pero si la mitad de lo que yo recorría. Finalmente, tras una hora de retraso, enfilé la A-6 con destino a mi casa. Mi mujer debería estar ya arreglada y esperando. Cinco minutos después me encontraba en un monumental atasco, que sólo podía sugerir 2 cosas, dos accidentes, uno en la carretera, y el otro cuando llegase yo a casa 2 horas tarde.

Como todos sabemos la mayoría de los atascos por accidente se crean por curiosidad de los conductores, y éste, no parecía ser la excepción. Ya podía ver las luces de las sirenas de la policía y las ambulancias. Había sido en otro carril, en dirección opuesta a la que yo iba, pero todo el mundo aminoraba para saciar su morbo... Las sirenas avanzaban, lentamente pero sin pausa... ya se veía a mucho personal alrededor de un coche blanco. Según alcancé a ver, el coche parecía haberse empotrado literalmente contra la mediana y tenía la parte delantera totalmente arrugada. 5 min y unos metros más cerca... Ya se distinguía una figura luminosa en el suelo. La luz espectral reflejada por la manta térmica con la que se cubren los cadáveres; ahora entiendo tantísimo atasco. Ese coche... Ahora vamos más despacio, casi parados. Algunos conductores incluso sacan la cabeza por la ventanilla.

Yo soy persona curiosa, como todo hijo de vecino, pero llevaba algo de prisa, y un carril mas a la derecha, los coches corrían un poco más deprisa así que con ellos me fui. Al pasar a la altura del accidente pude reconocer el coche, un 206 blanco... – ¡Como el de mi mujer!. La idea se coló sin ningún permiso rompiendo toda puerta que hubiese por delante, y automáticamente apreté con más fuerza el volante. Pasaron tan sólo unos segundos, pero tuve tiempo de hacerme 100 preguntas del tipo: - ¿Cuántos 206 blancos fabrican genio?. –Un montón, ahí tienes tu respuesta, ese será otro... Mira ahora cuando pases, comprueba la matrícula verás como no es la misma. Y así lo hice...

Pasó cierto tiempo antes de reaccionar y pisar el freno, ¿cuánto?, no me preguntes. La angustia y miedo se me comían por dentro y mi mano tembló al coger el tirador. Con la matrícula apareciendo una y otra vez ante mis ojos sin dejarme ver nada abrí la puerta y corrí hacia la mediana... Un conductor, que miraba hacia atrás todavía hipnotizado por las luces acabó con mi angustia, mi terror y mi vida...

Mi mujer... mi mujer... Recibió la noticia y me lloró durante horas en la comisaría de policía, dónde se encontraba rellenando una estúpida denuncia, por robo de coche....

(Noah13)
EL LOBO Y LAS CABRITAS
En el interior del bosque, en el mismo centro del silencio, la cabra
rajó la tripa del lobo dormido.
Sacó a sus cabritas y llenó con piedra y arena el enorme vacío.
Aguja e hilo.
El malvado lobo despertó.
Sus entrañas suplicaron agua; después se inclinó sobre un río.

(LChana, cuento popular)
El concurso empieza, cada lunes, a las nueve, y cientos de millones de personas en todo el planeta se congregan alrededor de sus pantallas para verlo. El presentador entra corriendo y sonriente, oficia la presentación de los patrocinadores, y muestra un resumen del programa anterior, en el que las tres concursantes perdieron. Aunque el público lo vio la semana pasada, y todas las cadenas lo han repetido mil veces en los recopilatorios de cada día, el morbo, el asco y el horror acucian la curiosidad. Tras la repetición de las tres muertes, entran, entre fuertes aplausos, las concursantes de hoy.

(Jordi Cebrián?
Me hice el amor a mí mismo
en el espejo, besando mis labios,
me dije: "me quiero,
te quiero más que a nadie."

Allen Ginsberg, ca. 1950.
Oh it's such a perfect day,
I'm glad I spent it with you.
Oh such a perfect day,
You just keep me hanging on,
You just keep me hanging on.


Lou Reed, "Perfect day", del álbum "Transformer"
Gracias por la música.
Y ahora qué?
A Caroline
a Monterroso y a Samuel Taylor,
y a todas las montañas que parecen elefantes.


El día en que un insecto con el que soñaba se coló en la realidad de su despertar, comenzaron los problemas: no podía contener el impulso de contarlo, de que otros participaran de aquel hecho extraordinario. A todos lo contaba pero nadie le creyó.
“Puede que soñara con él desde hacía rato” les narraba con vehemencia “volaba desde la oscuridad profunda del sueño hacia la luz, zumbando con su pequeño motor de cuatro pares de alas; sobre las ellas, dos largas antenas como peinadas hacia atrás. La hermosura de aquel insecto azul ¿ya dije que era azul? fue lo que me hizo abrir los ojos. Allí estaba, ascendiendo despacio, en diagonal sobre la cortina de la habitación. Después, desapareció… sé que nunca más volveré a ser el mismo”.
-Se me queman las tostadas –dijo su esposa.
-Tómese el día libre –su jefe.
-¿También sufre calambres? –el oftalmólogo apuntándole con una linterna. Pesaroso, decidió visitar a un sacerdote, a varios psicólogos, y una santera cubana que tiene un comercio de velas y rezos en el centro de la ciudad. Nada. Ésa misma tarde tía Ágata le recomendó un especialista en sueños. Aseguraba haberle sido de gran ayuda cuando su tercer marido pretendía cazar dinosuarios con red de mariposa. El hombre que soñaba insectos azules acudió a la consulta, necesitaba saber.

Después de escuchar atentamente, el especialista encendió un cigarrillo y sentenció:
“Nos ocurre a muchos; pero no se apure, el suyo no parece un caso grave. Sin ir más lejos… le confesaré que ésta misma mañana, al despertar, encontré en el cuarto un anciano moribundo al que un niño pequeño le lavaba los pies con lejía. Suerte que se esfumaron antes de que mi mujer me sirviera el desayuno, odia tener que participar de mis pesadillas. Le aconsejo abundante líquido y cenas livianas. Sueñe sin miedo, hombre, de momento, los suyos son hermosos”.
Dicho esto, extendió una receta.
El hombre que soñaba con insectos se levantó, hizo añicos el papel, y, sin despedirse del especialista en sueños, salió de la clínica dando un portazo.

(LChana)
Bueno, he de decir que me ha sorprendido mucho el relato, LChana. Hay un montón de ideas interesantes en él. Por ejemplo, la dedicatoria, es muy bonita. De quedarme con algo, lo hago con la última parte. Me ha parecido curioso hasta dónde es capaz de llegar alguien para oir lo que quiere oir... pero al mismo tiempo noto que en el ambiente flota un terrible sentimiento de incomprensión. Es una paradoja muy válida.

Hay un párrafo especialmente propicio para narrar un caudal de ideas (mejor dicho, de imágenes; ahí está la dificultad para materializarlas). Creo que el momento en que el protagonista narra su sueño se podría aprovechar para romper el texto: monólogo interior puro y duro. Fuera normas, signos de puntuación y orden. Reflejaría muy bien la confusión en la que parece sumirse el protagonista. Y ayudaría a eliminar una ambigüedad: ¿esa parte está redactada en 3ª o en 1ª persona? Sé que el protagonista narra su sueño, pero me parece un poco distante, como si describiera el sueño de otra persona, o un estándar, lo cual sería peor, pues se perdería la originalidad de lo soñado. No sé si me explico... No sé por qué he tenido la sensación de que esta persona no ha defendido su sueño. Yo hubiera aumentado la visceralidad del pasaje. Así se validaría la credibilidad del sueño.

Fantástico, como siempre, cuentista. Un beso.
"Creo que es una señal
que las pecas que tenemos
en los ojos
sean reflejos exactos,
y que cuando nos besamos
se correspondan perfectamente"


De "Such great heights", The Postal Service.
No quedaba nada.

No quedaba un alma.

Hervé Joncour permaneció inmóvil, mirando aquel enorme brasero apagado. Tenía tras de sí un camino de ocho mil kilómetros. Y delante de sí la nada. De repente vio algo que creía invisible.

El fin del mundo.

(Un fragmento de SEDA de Alessandro Baricco)
Muy bueno el fragmento que nos has puesto Mirentxu. Una sensación muy curiosa la que describe. Gabon.
There's a gap in between.
There's a gap where we meet,
where I end & you begin.

And I'm sorry for us.


(Hay un agujero en medio.
Hay un agujero donde nos encontramos,
donde yo termino & tú comienzas.

Y siento pena por nosotros)

Fragmento de "Where I end and you begin", de Radiohead
Sí, Mirentxu, es un fragmento hermoso. Igual que toda la novela lo es.
Besos.
Gracias Prado y LChana. Y si, la verdad es que Seda es un libro MUY curioso y una delicia que no me canso de leer.

Musus. (Usease Besitos) :P
Mi microrelato:

Morder la mano
Salto sangrando desde mi escondite, rugiendo y disparando contra los invasores. ¡¡Mi rostro les asusta!!.
Veo sus caras de terror... ¿por qué vinisteis?... nosotros os enseñamos, ¡¡os protegimos!!... me creen un animal por no pertenecer a su raza, a su planeta... Malditos humanos. ¡¡Arghh!! sus balas... Nuestro Dios nos guíe.

(Ra!)
Oasis de alquiler

Es verde y rosa a la vez. Se mueve acompasadamente por su ramita de hierba, con ese aplomo que dan la lentitud y la meditación. Y tener ciento veintiséis patas, que no es cualquier cosa. Veo todas esas patitas haciendo la ola como los guantes blancos de los cadetes que desfilan casi al unísono bajo la estricta mirada de sus oficiales y la atenta emoción de sus cercanos. Un paso tras otro, y así llevan dos horas de esplendoroso escaparate. Las botas pesan ya diez toneladas y el sudor otras diez. Así pesan los brazos del boxeador en el décimo asalto. ¡Pum!¡Pum! los músculos cada vez responden menos, toman sus propias decisiones desde hace dos, y pagan las consecuencias. Una gota de sangre empapada en saliva resbala por la mejilla hasta el cogote; no tiene prisa, aun queda una eternidad para que suene la campana. Es la gota en la cueva; la que pone su granito para que los sueños de los olvidados arquitectos del mundo tomen forma. Su ritmo es el de la nube que surca el horizonte, su camino se trazó hace millones de días, y lo sigue al dedillo. Igual que si recitara la tabla del siete, la sabe de memoria. Por dos catorce, por tres veintiuna. ¿Dónde está guardada, que siempre que la necesito viene? Incluso a veces viene sólo para hacerme una visita. Buenos días, señor siete. Por cuatro veintiocho, no se olvide usted. No me olvido, que pase un buen día. Lo pasaré, aunque con este calor ya se verá. Así van sudando los cadetes. ¡Pum!¡Pum! Podría llegar aquí esa nube, pero aun anda lejos. Y a su ritmo antes alcanzaré yo el cuartel que ella a darme sombra. Y siempre existe la posibilidad de que su rumbo no la traiga en mi camino, sino en el de otro pelotón. Allá va la nube, de esas que parecen algodón de azúcar, cúmulos creo que se llaman. Tiene forma de galeón pirata, o de helado de tres bolas con mucha nata montada, aun no estoy seguro. Ahora parece que ha aligerado un poco el paso, debe ser el poco de viento que se ha levantado, los desfilantes lo agradecerán. Por siete cuarenta y nueve, por ocho cincuenta y cuatro. ¿Otra vez anda usted aquí? Ya ve, olvidé decirle que por nueve sesenta y tres, que son las patas que tiene en cada lado aquel que era rosa y verde a la vez. Pues muchas gracias, ya marcho para casa, si le pilla de camino le llevo en el cesto de la bicicleta. No se preocupe, en siete pasos estoy en casa. Buenas tardes entonces, y hasta mañana.

(JotaMaza)

No se si es demasiado largo para este hilo... y sí, para los que no lo sabían, el relato era mío ;-)
Un andén cualquiera

Una mañana de enero, una estación de tren, una mochila gastada, mil pensamientos, un cigarro, una mirada, una tenue sonrisa, una oportunidad de amar con una sola mirada. Un tren que llega, una vida que sigue, vacía, de sueños arrancados y oportunidades perdidas, solo como siempre, gris como nunca.


Posteado como de_ikoñito..por motivos que no vienen a "cuento".
Desde el otro lado


Asomado, como cada noche, al mundo de los humanos, el duendecillo, volvió a preguntarse: "Desdichados seres, como teniendo mil virtudes para ser y procurar felicidad, viven soportando penas y causando dolor a sus hermanos?". Sin duda, parecen bajo el influjo de algun hechizo de infelizidad y desesperacion, pensó maliciosamente.

Ale yasta segundo y tercer intento de escribir.

El 4º ya va a ser algo mas largo... rondando las 4 paginas de word... para que sufrais.
Gracias por traernos estos cuentos -dice LChana frotándose las manos como de bruja- pasad, mis niños, pasad....sobre la mesa tenéis chocolatinas....
No siento las piernas. Tal vez no tenga piernas. ¿Siento algo? Siento no sentir nada, señor verdugo. Sentiría tener médula espinal, pero como no tengo lo disfruto. Alguna ventaja tenía que tener. Tenga cuidado con el hacha. Vaya, lo siento.

(JotaMaza, firmado originariamente con el seudónimo Tres de picas)
gracias por tu cuento. Una cosa quería yo preguntarte, Tres de picas: el cuento me gusta mucho, es jodidamente visual, estremece, es cruel pero me gusta, lo que me rompe los esquemas es la frase final. No la entiendo. Si acabara en "tenga cuidado con el hacha" tiene más sentido para mí que con "Vaya, lo siento". No sé si se disculpa o es que realmente "siente" el hacha... y eso, que en esa ambigüedad se me rompe un poco la fuerza que traía el cuento ¿podrías explicarme un poco? Creo que una de las dos neuronas que me quedan se fue de vacaciones sin avisar.
Pues en realidad la misión de esa frase darle ambigüedad al cuento. Me explico. Mi primera intención fue que esa frase diera pié de alguna forma a que al verdugo se le resbalaba el hacha y se golpeaba/cortaba con ella.
Un microsegundo despues pensé que eso significaría un poco un final "feliz", que no quería atribuirle. Asi que decidí replantearlo con una situación más macabra y más acorde con el cuento. Y así, lo que ocurría en esa segunda instancia era que el verdugo cortaba la cabeza del "especimen" y esta cabeza, aun pensante golpeaba al verdugo al caer, y se disculpaba por ello.

Así las cosas, y como a mi siempre me ha gustado que me dejen poner mi granito en las cosas que leo, me pareció más interesante que cada uno pudiera, según su estado mental, continuar mi fantasía a su antojo.

No se si esto te aclara lo que querías...
Por ejemplo, me gusta mucho la interpretación de "lo siento" como "siento el hacha...", no lo había visto así. Eso es lo que quería conseguir dejándolo abierto.
je, bien entonces el final abierto. Yo opino igual que tú, que hay que dejar al lector, pero en este caso se me iba un poco de las manos tanta libertad y ya ves dónde he terminado... creo que he sido un poco bruta imaginando el final como que el tipo siente el hacha. uys. No tengo remedio.... pero en realidad tú fuiste el culpable. Saludos,
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