En general no soy muy gastón en nada. Pero hay algunas cosas muy concretas en las que no puedo ser un ratilla.
-El Kepchup TIENE que ser Heinz
-El papel de cocina tiene que ser Foxy Tornado
-El papel de culo tiene que ser Foxy Seda.
-Las pipas tienen que ser "La madrileña".
Eso no significa que si voy a un restaurante y tienen otra marca de kepchup vaya a decir nada, o si en un hotel me tengo que limpiar el culo con un papel monocapa. Pero en mi casa estas marcas no entran.
Luego diría que no me da reparo gastarme el dinero que haga falta en viajar, que es mi hobby principal de toda la vida, pero no es del todo cierto, porque aunque me gasto el dinero que sea, siempre miro la pela y me gusta exprimir el presupuesto todo lo que pueda. Pero eso si, con el tiempo me he dado cuenta de que sale mucho más a cuenta pagar un poco más por determinadas cosas, como tener un hotel más céntrico donde pueda ir caminando a los sitios principales o llegar de forma sencilla desde el aeropuerto en transporte público. Al final, muchas veces gastas igual o incluso más, si pillas un alojamiento barato pero en el que tengas que pagar transporte diario hasta las atracciones turísticcas + el tiempo de desplazamiento. Yo valoro mucho más poder volver al hotel un ratico después de comer a echarme una siesta que el ahorrarme 100 euros. Por supuesto, lo de habitaciones o baños compartidos con desconocidos es algo que no hago desde hace casi dos décadas. Si tuviera que viajar así por tema de presupuesto, creo que no lo haría.
En cuanto a las comidas en los viajes, no es que vaya como un marqués, pero tampoco le veo sentido alimentarme de sandwiches o macdonalds cuando visito sitios nuevos. Aunque cuidando el presupuesto, intento comer platos locales dentro de lo posible.
Para terminar y en cuanto a los videojuegos, diría que me sigo sintiendo culpable a día de hoy en gastarme 70 euros en un lanzamiento. De hecho, no lo hago. Me cuesta muchísimo gastar más de 50 euros en un juego, sinceramente.
Quizá, y solo quizá, hay una cosa en la que si me da reparo gastar cuando lo hago, y es en Legos. Todavía resuena lo que me gasté en Lego Rivendell. Y fíjate que me encanta y queda fenomenal en el salón y además me lo puedo permitir, pero aun así hay como algo dentro de mi que dice: madre mía desgraciado, 500 pavos en esa gilipollez. Dentro de lo malo, no los compro muy a menudo.
Y yo diría que ya está.