Seguro que os acordáis del problema con la duración de las baterías que apareció junto con el kernel 2.6.38.
La noticia la daban el domingo, y la fuente era James Bottomley, un desarrollador veterano del kernel que afirmaba haber encontrado una “regresión masiva en la gestión energética de Linux 3.5″. El problema era que no podían localizarla. Pero ya se ha conseguido. En concreto, se trata, para más inri, de un commit relacionado con los controladores gráficos Intel, que supuestamente pretendía mejorar el rendimiento, pero que ha hecho todo lo contrario, al menos en alguno equipos. Ahora que el fallo ha sido reportado, se espera que la solución llegue cuanto antes, a modo de actualización.