Compro menos, mucho menos. Antes oferta apañada que veía oferta que pillaba. Pero he llegado a la conclusión que "pa qué". Una gilipollez como un piano, el 90% de lo que he comprado o ni lo he jugado o cuando lo he hecho, el valor monetario del juego era menor o mucho menor a lo que pagué por él en su día.
Ahora me dedico a pasarme algún que otro juego que tenía comprado (ejemplo, al empezar la cuarentena me pasé el Ori 1, que lo compré hace como 2 años y medio
) y en conjunción con lo que meten en el Game Pass tengo de sobra para ir tirando una temporada larguiiiiiiiiiisima.
No quiere decir que no haga alguna excepción. Si me metiesen que se yo mañana mismo un RDR 3, me lanzo de cabeza por él
Y mira, el viernes hice algo que nunca antes había hecho, adquirír un DLC para un juego que solo tengo vía Game Pass. Ví a 3 pavos en Brasil los DLCs del Kingdom Come Deliverance y lo compré. Así que mi siguiente juego para meterle horas será éste.
En resumen, por diversas circunstancias, entre ellas el Game Pass si que me ha hecho replantearme la compra impulsiva de juegos.