Todo lo contrario. El ser humano no es ni bueno ni malo. Las cosas en este mundo no son buenas o malas porque sí. Son buenas o malas para algo o por algo. Evidentemente una misma acción es buena o mala dependiendo para qué. Hasta un tiro en la cabeza es bueno. Si quieres matar a alguien sin hacerle sufrir, un tiro en la cabeza es bastante bueno.
La cuestión es si esos motivos son buenos o malos para algo. Y ahí normalmente tenemos dos vertientes: lo que es bueno/malo para mi, y lo que es bueno/malo para los demás. Y es ahí donde entra la moral de cada uno. Quien sea más egoista se preocupará por si mismo. Después de todo es la respuesta de nuestro instinto, pues somos máquinas hechas para vivir. Pero las prioridades fisiológicas no son las únicas y la gente se puede sentir realizada por ayudar a los demás o contribuir a una sociedad mejor.
Pero al final, lo bueno o malo no deja de ser subjetivo al individuo. Al universo se la pela lo que hagamos. Va a seguir adelante nos matemos entre nosotros o no. A nuestro planeta también se la pela. ¿Que nos morimos por el cambio climático? Pues mala suerte. La roca que llamamos tierra seguirá hasta su destino final. A nadie le importa salvo a nostros mismos. Así que incluso el luchar por una sociedad más justa y buena para la dignidad humana es un acto de egoismo en si mismo: Lo hacemos para protegernos a nosotros. Cuidamos de nuestro ecosistema porque si se muere, nos morimos nosotros, o nuestros hijos, o el producto de nuestro esfuerzo y el de nuestros congéneres. No se hace porque esté "bien", porque no hay un bien. Se hace porque es bueno para algo. En este caso nuestro futuro y el de nuestros hijos. Después de todo, el universo seguirá su marcha cuando desaparezcamos, y cualquier reminiscencia sobre que hemos existido se desvanecerá, ya sea hoy, o dentro de 100.000 millones de años.