Quintiliano escribió:Eso sí, sería conveniente por el bien de las nuevas generaciones, que les enseñen a manejar libros de verdad, físicos, porque la forma en que estamos leyendo también está cambiando debido a las características de los libros electrónicos.
¿Te refieres a la búsqueda de información en un libro, por ejemplo? ¿Al hecho de pasar de una "búsqueda visual" a simplemente introducir una palabra clave? No me lo había planteado nunca de ese modo. Que nos cambie la forma, digo.
Lo que si pienso es los formatos se han ampliado quizás demasiado. Escribir (para que alguien lo lea), se ha democratizado muchísimo más. Hasta el punto que estoy convencido que hoy en día se "lee" y se "escribe" una barbaridad más que hace 25 años. No sabría poner porcentajes, pero hoy en día todo el mundo que conozco se pasa el día escribiendo o leyendo, por unas cosas u otras. Que el...resultado, sea bueno o malo, ya es discutible.
De entrada es estupendo que la gente tenga algo que decir y que otros los escuchen. Es innegable. Pero la calidad de lo que se lee o se escribe muchas veces deja que desear. Hablando siempre de la "forma" y no del contenido. Pero es algo que también pasa con el lenguaje en si, que está vivo. Nuevamente para bien o para mal. Y ojo yo el primero que no soy ningún Reverte y más desde que escribo con el móvil
Y otra cosa más: tengo la impresión de que muchos libros que antes tendrían una cierta extensión y complejidad, ahora se están simplificando y acomodando a un formato más simple, para que el libro electrónico no sea demasiado extenso. A veces algunos libros que se editan ya en formato electrónico parecen libros infantiles, con tan poco texto y pocas páginas, en plan simplón.
No creo que sea algo exclusivo de los ebooks. Pero es algo más fácilmente detectable en libros físicos. Sin necesidad de empezar a leerlos, o conocer al autor, yo hago la siguiente criba: si el tamaño de la letra es relativamente grande respecto al tamaño del libro, automáticamente lo descarto. Igual me he perdido alguna obra maestra, pero...no creo
Si el autor es extranjero, entra en juego la figura del traductor, que no dudo que será un oficio como cualquier otro donde habrá excelentes y desconocidos traductores y mediocres con suerte.
Igualmente, en algún libro "moderno" (siempre hablando en físico) me he encontrado alguna cosa extraña, como palabras comidas o preposiciones sin sentido (lo que de siempre se han conocido como erratas) en proporción mayor que libros más antiguos. Me da la sensación que se edita con descuido o con más prisas. Hablando siempre en general.
Afortunadamente siguen habiendo buenas historias y muy buenos profesionales.