31 años, muy bien llevados, pero muy rodados también:
Desde que empecé a correr asiduamente a los 16 añitos:
- periostitis tibial: la membrana del hueso se llama periosto y cuando se inflama da un gusto que no veas. Se me inflamaba justo en la "cresta", que es donde se juntan los tendones, músculos y el hueso. Parece ser que es por tener la cabeza interna del gemelo más desarrollada que la cabeza externa. Esto hizo que en ocasiones, tras haber hecho deporte varios días, luego me tirara otros tantos que levantarse de la cama para mear fuera un suplicio (una vez activadas las piernas, ningún problema)
- numerosos esguinces de rodilla y de tobillo. Uno de ellos, mal curado, provocó que tuviera "impingement", que hacía que uno de los huesos del tobillo acabara en forma de gancho y me estuviera pinchando los ligamentos. De postre, al no estar curado bien hacía que un pequeño huesecito llamado astrágalo padeciese ostocondritis: vamos, que no recibía sangre y que se estaba muriendo. Una artroscopia y varios meses de recuperación. Tuve suerte de que lo detectaran a tiempo, un amigo fue cuando ya lo tenía muerto y si hace deporte se tira todo el día siguiente rabiando de dolor.
Por supuesto, no veas tú también lo que ayudaba todo este follón a la periostitis
- hernia inguinal: esta por gilipollas. Estaba en el gimnasio y no se me ocurrió otra cosa que mover un banco con el pie. Resultado, rotura de la pared abdominal y posterior operación. Todo ello con 21 añitos
- hace años, en un partido de basket recibí un empujón involuntario en la espalda un poco fuerte. No le hice caso y al día siguiente jugadno una monilla me quedé tieso. Prácticamente se me ha hecho crónico y cuando hago según que esfuerzos en frío o cuando llevo una temporada estresado o con nervios, me pilla una contractura en la espalda que te cagas. La última el sábado cuando estaba calentando para correr. Me tira tanto, que hasta tengo pillado el pectoral.
Los nervios también me pillan las cervicales.
- Ambos hombros me saltan. Sufrí una subluxación en el derecho y al cabo de un mes en el izquierdo. Hurra por mi genética.
Yo le digo a mis padres que no me hicieron bien, y ellos me responden que soy yo que no me he leído bien las instrucciones de uso
Por supuesto, no me puedo quejar porque hay gente que está mucho mucho peor que estas lesiones deportivas