Empiezo a estar hasta los cojones del temita, la psicosis y la carnaza para la prensa.
Que la enfermedad no se transmite si el enfermo no está moribundo. Que el marido está bien, que los enfermeros están bien, que el médico está bien, que las depiladoras están bien y que también el perro estaba sano. Que cuando Teresa se cure, no se producirá ningún contagio más en España, a no ser que alguien vaya a África a meterle los dedos en la nariz a alguno en Sierra Leone que supure sangre y vuelva.
Qué entretenidos estamos todos.