Miedo infundado.
Cuando yo empecé también tenía mis dudas, estaba en buena forma física, pero ya tenía cierta edad. No conocía a nadie pero tenía curiosidad. Probé y el primer día el profesor (ex-boxeador) me dijo: "
te vas a agotar, si no puedes para a descansar que es normal". Pensaba que estaba de coña (corro y estoy en forma) y tenía razón. No aguanté. El tipo era y es sensato. No te sube a un ring a darte de ostias. Te enseña la técnica, te corrige, te pone una rutina y te hace un seguimiento. Me gustó el rollo y tras ese día me apunté. Y hasta hoy sigo acudiendo puntualmente.
Nadie me miró mal. Nadie se ha reído de mi. Al principio ni saltaba bien la comba y ahora parezco Rocky
. Con el tiempo te pones en forma, aunque no compitas engancha y la gente que va por allí hay de todo: chicos, chicas, chavales, carrozas, alguna madurita perdida
, gente sana, educada y de todas las nacionalidades, clases sociales, etnias, colores, pesos y alturas. Es un gimnasio sólo de boxeo, no hay más que sacos, espejos, el ring, unas espalderas y un banco para pesas.
Algo tiene el boxeo que une. Supongo que como liberas toda tu agresividad te deja tranquilo para interactuar con el resto del mundo.
Es un buen ejercicio. Si tienes curiosidad, adelante. Pero eso sí, que el profesor no sea un flipado. No te puede subir a un ring de buenas a primeras. Esa decisión depende de ti e incluso en ciertos casos deben impedirte subir a él a pelear (lesiones, edad, etc...). Si el monitor-profesor no es un demente, apúntate, date un tiempo, ve con calma poco a poco haciendo caso a lo que te dicen y verás como acabas sintiéndote en forma y enganchado a eso de pegarle al saco.