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"Progreso es que un negro llegue tan lejos"
Pregunta. Usted canceló su intervención en la convención del Partido Republicano. Por eso, el primo de su esposa, Max Kennedy, bromeó diciendo que se había hartado de los republicanos y que iba a pasarse a los demócratas. ¿Hay algo de verdad en ello?
Respuesta. Eso quisieran los Kennedy. Jamás me pasaré a los demócratas. Al menos no en esta vida y, desde luego, tampoco en la próxima.
P. Puede que no le gustara la convención del partido porque ha supuesto una celebración de los valores conservadores, y no de la actitud suprapartidista que esperaba.
R. Las convenciones no se centran nunca en actitudes suprapartidistas. Están dirigidas por ideólogos como, por ejemplo, los republicanos de California, que en el espectro político ocupan posiciones mucho más allá de las de la mayoría de la población. En esta convención, yo debía hablar del héroe de guerra John McCain. Mi discurso sobre la necesidad del regreso al centro estaba fuera de lugar.
P. ¿Habría criticado a Obama?
R. No es mi estilo. Le respeto como hombre y como político. Si tengo que elegir entre él y McCain, yo me decido por McCain, pero eso no quiere decir que Obama sea la encarnación del diablo.
P. John McCain aboga ahora por hacer perforaciones petrolíferas frente a las costas de Estados Unidos. Le parecen bien las bajadas de impuestos del Gobierno de Bush y se declara contrario al aborto. ¿Se ha sometido a los conservadores?
R. McCain no ha cambiado repentinamente sus puntos de vista. Lo que ocurre es que hoy se dan condiciones diferentes de las de hace 20 años. Por ejemplo, el litro de gasolina cuesta más de un dólar. Transferimos miles de millones de dólares a los Estados del Golfo para pagar petróleo. Estados Unidos tiene que reflexionar sobre si permite las perforaciones para extraer nuestro petróleo, y un 57% de la población se muestra a favor de hacerlo.
P. Pero usted rechaza las perforaciones.
R. Sí, en California. Cuando llegué aquí en los sesenta, vi el alquitrán y los pájaros muertos en las playas. Dicen que las perforaciones petrolíferas son sumamente seguras, pero luego ocurren desgracias, y el mar y las playas quedan contaminados. Rechazo las perforaciones frente a las costas de California, pero eso no quiere decir que debamos prohibirlas en todo el país. La decisión debe dejarse en manos de cada Estado federal.
P. Con la elección de Sarah Palin, John McCain ha apostado por una candidata a la vicepresidencia joven, religiosa y conservadora. Por ejemplo, ella cree que el cambio climático no ha sido provocado por la actividad humana. ¿Qué puede decirnos?
R. Es imposible encontrar un candidato con el que uno coincida por completo. Estoy acostumbrado a entenderme con personas que no comparten mis opiniones. Muchas veces, María, mi mujer, tiene una opinión distinta de la mía, y seguimos casados.
P. ¿Es Sarah Palin una buena elección?
R. Ha sido la mayor de las sorpresas. Quizá Joseph Lieberman también habría sido un buen candidato como senador independiente. Con él, McCain habría marcado un rumbo realmente suprapartidista.
P. ¿Tiene Palin buena acogida entre las mujeres?
R. Seguro que muchas mujeres la idealizan por sus convicciones, sus cinco hijos y su trabajo como gobernadora. Pero también otras muchas la rechazan por combatir el aborto. Ha hecho un trabajo fantástico en la convención. Tenía un aspecto estupendo, su discurso fue divertido. La contemplaron 37 millones de espectadores, casi tantos como a Obama. Eso significa que McCain ha tomado una magnífica decisión.
P. Pero sigue siendo un riesgo para él.
R. Uno nunca sabe si llegarán a desenterrar más cosas de su vida que se puedan utilizar contra ella. Se pasa revista a su padre, a su madre, a los profesores que le han dado clase...
P. Es un riesgo que McCain no puede calcular, y menos aún cuando es evidente que se ha decidido por ella en muy poco tiempo.
R. Sí, pero ¿quién es capaz de comprobar todo? Basta con que uno dé trabajo a alguien sin papeles. Nunca he ido por ahí inspeccionando quién trabaja en el jardín, si son legales. ¿Quién hace eso? Se está exagerando un poco. Y lo mismo se puede decir del embarazo de la hija de Palin. ¿Qué historia hay ahí?
P. En esta campaña sólo se habla de la biografía de los candidatos y apenas se tocan los problemas políticos y económicos. ¿Le molesta?
R. Yo siempre he dicho que no son los contenidos los que deciden los resultados. ¿Qué ciudadano de a pie se acuerda al día siguiente de lo que han dicho los oradores de la convención del partido? Cuando había elecciones en Austria y se presentaban los candidatos, mi madre decía: "Pues ése era muy simpático y parecía sincero". Lo que queda de una convención de partido son los chistes buenos, los ataques contra el adversario.
P. McCain comete a veces pequeños errores, como cuando no supo responder a la pregunta de cuántas casas tenía. ¿Cómo puede ocurrir algo así?
R. Hay que tener cuidado con lo que se dice; McCain no lo ha tenido. Puede que estuviera cansado. Que no se le ocurriera qué contestar ha causado revuelo, pero pasará. Yo tampoco sé qué patrimonio tiene mi mujer; no me interesa.
P. La sensación de la campaña ha sido el ascenso de Obama, primer candidato negro a la presidencia de la historia de Estados Unidos. ¿Está preparado el país para un presidente negro?
R. Sí. Estados Unidos ha dado un salto gigantesco. Me parece sensacional que un negro tenga la oportunidad de convertirse en presidente. Cuando llegué a California, los negros tenían que sentarse en la parte de atrás del autobús. Ése es el progreso histórico, que un negro y una mujer hayan conseguido llegar tan lejos, no sólo Sarah Palin, sino también Hillary Clinton. Ya no se hacen salvedades por motivos de raza ni sexo.
P. ¿Ha cometido Obama un error al elegir a Joseph Biden y no a Hillary Clinton para la vicepresidencia?
R. Creo que no. Si se hubieran presentado juntos un negro y una mujer, el riesgo habría sido excesivo. Independientemente de eso, Hillary Clinton también habría sido una buena elección por los 18 millones de votantes que representa.
P. ¿Puede imaginarse entrando en el Gobierno bajo la presidencia de Obama o McCain?
R. Sí, lo que no puedo imaginarme es abandonar ahora California y dejar todos los asuntos en manos de un sucesor. Primero tengo que cumplir mi compromiso con California y entonces podré plantearme trabajar en el Gobierno. -