He visto hoy martes en el periódico una entrevista a un cardenal que ha enviado el Papa para que hable con Sadam, un enviado para la paz, vamos. El caso es que el tío suelta que estaba satisfecho con el resultado de la visita y que estuvo hablando hora y media con Sadam y que bla blabla... el tío estaba esperanzado.
El caso es que, vale, el tío hace la visita al malo malísimo y el periodista le hace la pregunta que todos estábamos esperando: ¿Piensa ir a hablar también con los americanos? Claro, el otro se acojona, "no, no creo. Aunque el papa es capaz de llamar a todas las puertas incluso a las de los norteamericanos" dice el tío esquivando. Vamos, que uno piensa que si ocurriera eso, la gente casi se mofaría. Imaginaos, a un enviado o al propio papa hablando al Bush de la paz, no sé, irónico no, bufónico.
Yo creo que nadie duda quién es el malo malísimo, pero tampoco habría que pensárselo mucho para poner una cara al diablo...